“Hemos conversado sobre lo que fue el destino de este país, sobre lo que fue la colonización, sobre la economía, sobre su orden social, sobre los cincuenta pueblos y ciudades que se fundaron en estos tiempos. Todo eso que destruyó parcialmente la violencia de los años cincuenta. De manera que yo estoy muy agradecido con todo lo que hemos podido hacer aquí, con la presentación de esta novela y con la manera como Salamina ha demostrado, su vocación por la cultura, su respeto, por esas tareas literarias e históricas.”
Fueron palabras del escritor William Ospina Buitrago, quien se marchó de uno de los 17 municipios de la Red de Pueblos Nacionales, uno más de los cincuenta municipios del Pasaje Cultural cafetero, bien de interés cultural y ciudad luz de Colombia.
Luego de firmar los libros, recordó colectivamente esas historias de su familia, que son las historias de las familias de la región.
“Aquí, frente a estos cañones tan hermosos que los abuelos y bisabuelos supieron explorar y sobre los que construyeron un mundo.” Así se despidió el novelista, poeta y ensayista, al emprender el viaje de regreso, con un maletín lleno de guayacanales a sus espaldas.
Durante dos días hubo conversatorios, danza, música, conciertos, trova. Personajes de la vida cultural e intelectual del país hicieron que Salamina resurgiera en el ámbito cultural nacional.
Entre los participantes estuvieron el historiador Hermes Tovar, la exdirectora de la Biblioteca Nacional, Consuelo Gaitán, el arquitecto Aurelio Arango, la antropóloga Gloria Isabel Ocampo, el politólogo y economista Darío Barberena, el gobernador del Departamento Guido Echeverri Piedrahita, el alcalde del Municipio Luis German Noreña, delegaciones de todo el país y de los Municipios del Norte de caldas y Tolima.