En el municipio tranquilo de Guachené en el norte del Cauca las mañanas son generalmente tranquilas y calientes, a veces acompañadas de viche y su consecuente guayabo. Hoy en el pueblo de 12 mil habitantes recién convertido en municipio la atmósfera se hizo más fría.
Una docente de 82 años fue asesinada dentro de su casa por ladrones que querían robarle el televisor. No fue fácil para los delincuentes; escalaron el muro de una casa adyacente, saltaron de techo a techo, cortaron una reja y forzaron la puerta de la casa. La mujer, jubilada de la escuela local, se despertó alertada por los ruidos y ahí fue donde la ultimaron con un arma de fuego.
Los habitantes de Guachené indignados por el crimen protestaron pacíficamente para que cesen los actos violentos y le ruegan a las autoridades que actúen. "Este es un pueblo tranquilo" dice un anciano, "aquí no pasaba nada, pero la juventud actual parece tener un calambre en la cabeza".
"Guachené es el mejor vividero de Colombia" cuenta otro, "siempre vivimos en paz hasta hace poco".
En el lugar que vio nacer a Dávinson Sánchez y Yerry Mina, los pelados prefieren inspirarse de los capos del narcotráfico y piensan que las cadenas de oro y los fusiles automáticos los harán más ricos que el rey Midas. Con el asesinato de la docente más respetada del municipio no solo cometieron un acto de violencia inútil sino que demostraron un rechazo total de los valores enseñados en vano por sus padres.