Un artículo tan esencial para los colombianos, como lo es una caja de fósforos, se ha convertido en un producto olvidado por las nuevas generaciones. Los encendedores desechables y las estufas con encendido eléctrico han mandado este producto a la parte de atrás de las gavetas de las cocinas, siendo utilizado solamente cuando se va la luz o cuando ya no encienden los briquet. Se estima que la venta de cerillos ha disminuido en más de un 50% desde inicios del milenio; pero, resistidos a desaparecer, es una empresa con sede en Sopó, pero manejada por un consorcio español, el Grupo Fierro, la que sigue fabricándolos. Su nombre es Fonandes, tiene una historia de más de 30 años y es considerada la mandamás de esta industria.
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El Grupo Fierro y sus inicios en España
Para hablar de la historia de Fonandes primero hay que hablar de Ildefonso Fierro Ordoñez, el hombre que, gracias a su increíble talento para los negocios, puso la piedra angular para lo que años después se convirtió en el poderoso Grupo Fierro. Nació en León, España, en 1882, y desde muy pequeño estuvo inmerso en el mundo empresarial. Su padre, Toribio Fierro, tenía una empresa con su hermano, llamada Fierro Hermanos, sociedad que luego se dividió y dio vida a Toribio Fierro e Hijos, una compañía que, en principio, se encargó del transporte de mercancías por vía marítima; pero que luego se metió en el mundo de la minería, gracias al estallido de la Primera Guerra Mundial.
Ildefonso, reconocido por su inteligencia y su olfato negociador, aprovechó el conflicto para comprar explotaciones mineras y tomar la fama que tenía su empresa familiar en el transporte de mercancía, para hacerse más reconocido. Después, también adquirió acciones en la banca y, poco a poco, empezó a hacerse renombre como “gran empresario”. Aun así, su gran momento llegó con la industria del fósforo, cuando en 1925 creó la Fosforeira Portuguesa, en Lisboa, empresa que lo catapultó como un magnate en el país europeo. Entre sus otros negocios también exploró la industria del tabaco, además de tener varios cargos públicos en algunas de las entidades más prestigiosas de España.
Después de una larga carrera empresarial, Ildefonso murió en 1961 de un paro cardíaco, no sin antes dejar a sus hijos muy capacitados para seguir con los múltiples negocios que pertenecían ya al Grupo Fierro. Uno de ellos fue Ignacio Fierro, quien tuvo la responsabilidad de preservar el imperio de su padre, luchando contra viento y marea, y algunas multinacionales que llegaron a España a competir en el mercado de los fósforos. Ahí es donde apareció Colombia y Latinoamérica como una gran plaza, pues la gran estrategia fue venir a este lado del Atlántico para plantarle cara a sus nuevos “enemigos empresariales”.
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La llegada a Colombia y el inicio de la historia de Fonandes
Para agosto de 1991, año en el que Grupo Fierro llegó a Colombia, en el país ya habían constituidas varias fosforeras en algunas ciudades del país. En Medellín, por ejemplo, existía ‘Refuegos’, en Bogotá había ‘Iris’, y en Manizales estaban ‘Póker’, ‘El Viejo’ y ‘El Rey’. El consorcio llegó sin miedo a imponer condiciones a las fábricas locales e, inmediatamente, en Sopó, Cundinamarca, inició la construcción de la Fosforera Andina, o como se conoció después, Fonandes. Su constitución se dio un 8 de agosto, y se creó con el fin de fabricar y vender fósforos, cerillas y encendedores, pero con la ventaja de hacer todo tipo de operaciones comerciales para lograr cumplir su objeto social.
Así fue entonces como, con un capital de 300 millones de la época, Grupo Fierro y Fonandes se pusieron manos a la obra y, con una estrategia basada en reducir los precios de sus fósforos, pusieron en jaque a las tradicionales fosforeras colombianas, que empezaron a caer una a una. Primero cerró ‘Iris’, en Bogotá, dejando la marca al consorcio español; y luego fue ‘Refuegos’ la que vendería el nombre. Con el tiempo, la Fosforera Andina también adquirió ‘Póker’ y 'El Viejo', y otras marcas más, teniendo el control del 65% del mercado para mitad de los años 90.
Aun así, había una marca que se resistió a desaparecer y ‘El Rey’, considerada la más famosa del país por ese entonces, continuó dándole guerra a Fonandes hasta mediados de 1996. Ese año, la marca propiedad de la Compañía Fosforera Colombiana entró en liquidación y, el Grupo Fierro, muy oportuno, adquirió el sello y la fábrica que se encontraba en el municipio de Mosquera, Cundinamarca. En ese momento, la reconocida caja de cerillos con el mítico rey se siguió produciendo, pero a mediados de 2017, volvió a entrar en liquidación y, finalmente, dejó de ser fabricada, aunque ahora, 7 años después, se sigue encontrando en las tiendas.
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La empresa que manda en el mercado de los fósforos
En la actualidad, Fonandes es la empresa que manda en la fabricación de fósforos en Colombia, siendo dueña de las marcas ‘El Globo’, ‘Póker’, ‘El Sol’ y ‘Refuegos’, además de adentrarse en el mercado de las maderas, vendiendo palillos, cucharas, pinchos y palos para helado; en el mercado de los encendedores; y en el mercado de los envoltorios, ofreciendo papel aluminio y vinipel. La familia Fierro hace ya varios años que dejó de hacer parte de la Junta Directiva del Grupo Fierro; pero la compañía es la que continúa manejando la Fosforera Andina, la compañía que llegó hace más de 30 años para ser la soberana de los fósforos en Colombia.
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