Con preocupación, ahora sabemos que el Presidente Juan Manuel Santos no solo sabotea y engaña a sus aliados políticos y a los colombianos, sino que también ha optado ahora por sabotear la agenda del Presidente de los Estados Unidos.
El día de ayer, POLITICO, uno de los diarios políticos más leídos y respetados de los Estados Unidos reportó hechos en torno al diseño de las nuevas políticas hacía el Regimen Cubano desde la Administración Trump y en las que, lamentablemente, como señala la publicación, estuvo involucrado el Gobierno Santos en calidad de saboteador (Ver artículo)
Según dicha publicación, durante meses la administración Trump ha estado trabajando en un redireccionamiento de las medidas del gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba en un esfuerzo conjunto entre el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, el Senador republicano de la Florida Marco Rubio y el miembro de la Cámara de Representantes por el 25vo Distrito Congresional de la Florida, Mario Diaz-Balart. Este prevé mayores restricciones de viaje de estadounidenses a Cuba y límites a las transacciones comerciales ligadas a las fuerzas militares y de inteligencia de Cuba, hecho que, por supuesto ha tenido que ser un balde de agua fría para el Régimen Castro.
Así las cosas, señalan las fuentes en POLITICO, el Régimen Cubano acudió al Gobierno Santos para sabotear el anuncio que hará hoy el Presidente Donald Trump en Miami explicando estas nuevas medidas, boicoteando la Conferencia de Prosperidad y Seguridad en Centro América, organizada por el gobierno de los Estados Unidos y que iniciará también hoy en Miami.
De acuerdo al reportaje, el Gobierno Santos, en muestra de apoyo al régimen cubano, mostró su preocupación de que la Conferencia coincidiera con el anuncio del Presidente Trump y amenazó con no participar de la cumbre si Trump no aplazaba su anuncio por una semana tal como señalaron miembros del equipo de trabajo del Senador Marco Rubio.
Este sabotaje orquestado entre Santos y Castro generó gran molestia en la Casa Blanca y al Senador Rubio quien aconsejó al Presidente Trump de enviar un mensaje a Santos de que de seguir adelante con este saboteo, los $450 millones de dólares destinados a "Paz Colombia" podrían estar en riesgo.
En palabras de Rubio: "Déjenme entender esto: Santos viene a nosotros a pedir $450 millones de dólares para financiar su defectuoso Acuerdo de Paz, pero amenaza con retirarse de un evento que ni siquiera es acerca de ellos? Es sobre El Salvador, Guatemala y Honduras." Acto seguido, el Senador Rubio solicitó a su despacho comunicarse con la Embajada Colombiana para advertirle al gobierno Santos que debía prescindir de sus sabotajes o podrían enfrentar consecuencias.
Asimismo, de forma privada, el Senador Rubio dijo que estaría este viernes en una conferencia de prensa con Trump anunciando las nuevas políticas hacía Cuba, o con exiliados del régimen Castro de Venezuela y Cuba o con el expresidente Álvaro Uribe Vélez para que denunciara a su sucesor, Juan Manuel Santos, hecho que sin duda profundizaría aún más la fallida aproximación del gobierno Santos hacia la administración Trump y al Congreso de los Estados Unidos quienes aún consideran al expresidente Uribe como un interlocutor válido y creible de la situación actual de Colombia, mientras se han mostrado reacios a apoyar de lleno el Acuerdo de Paz.
En últimas, el gobierno estadounidense no aplazará el anuncio del Presidente Trump, como lo confirmó el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, pero sin duda, el reportaje de POLITICO deja un sinsabor y un precedente muy grave para Colombia que señala hechos que demuestran una clara colusión entre el Presidente Santos y Raúl Castro para sabotear la agenda política del mayor aliado de Colombia en el mundo.
Este sabotaje, sin precedentes, no es solo un hecho aislado, sino completamente irresponsable por parte del Gobierno Santos que parece dedicado en sus últimos meses a pagar favores políticos a aquellos que hicieron posible el hoy maltrecho Acuerdo de Paz, garantizar el sinnúmero de prebendas para las FARC y de paso, poniendo en serio riesgo las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos quienes hasta hoy han visto a Colombia como su único y mayor aliado en América Latina.
Aún cuando sigue siendo muy improbable el tránsito de Colombia hacia el "castrochavismo", este vergonzoso y evidente impase diplomático es otra muestra preocupante del acercamiento y la indulgencia del Gobierno Santos con gobiernos que históricamente han sido despreciados por la mayoría de los colombianos exacerbando aún más el imaginario popular de que el país va hacia el camino de Venezuela y Cuba.
Como colombianos es importante que condenemos estos actos irresponsables del gobierno Santos y que de una vez entendamos que la paz, aunque necesaria y deseada por todos, no puede lograrse pagando el inmenso costo de deteriorar las relaciones diplomáticas con nuestro mayor aliado mientras percibe al país como saboteador.
