Después de 5 horas de camino entramos por fin al Parque Nacional Natural Macuira, nuestro destino final. Digámoslo de una vez, este es el lugar más verde que usted puede encontrar en medio del desierto despúes de tantos meses sin lluvia. La serranía posee un bosque enano de niebla, normales en las zonas andinas y posible aquí - a 500 metros sobre el nivel del mar y rodeado de arena - gracias a los vientos alisios y la proximidad con el mar Caribe.
Nuestro destino en la serranía es la comunidad de Nazareth. Viajamos hasta aquí sólo para conocer una granjas. ¿Y qué tienen de anómalo unas granjas en un ecosistema tan rico? No deberían ser una rareza pero lo son. Tradicionalmente la agricultura en la Guajira se realiza a merced de las lluvias. Como si hubieran pasado en vano todos los adelantos en agricultura. La gente sólo siembra cuando llueve. Y si llueve mucho el maíz o la yuca se les pudre. Si no llueve, como es lo habitual, los frutos se secan. Aunque en Nazareth el bosque produce y acumula agua de manera excepcional, la situación es casi la misma que en el resto del departamento. Alimentos a merced del clima.
Hace poco más de un año La Fundación Alpina, en convenio con la Gobernación de la Guajira y el Plan Fronteras para la Prosperidad, envió allí un equipo de jóvenes para tratar de impulsar 10 granjas productivas autosostenibles en 18 meses.
Van 16 meses de trabajo y las 10 granjas nacieron y sobrevivieron con creces en el verano. Están verdes y produciendo todo el tiempo. Sandías, ahuyamas, maíz, comida para los chivos, aromáticas… Siete de estas granjas están en Nazareth , tres en Siapana y dos más en internados de la zona. En estos últimos trabajan y se capacitan estudiantes.
El equipo detrás de todo esto es de sólo 5 personas. Un coordinador del proyecto, un médico veterinario y zootecnista, 2 técnicos agrícolas y una trabajadora social. La mayoría es gente joven de la región o sus alrededores. En 16 meses han logrado hacer un milago que, según ellos mismos, no debería tener tanto misterio. Se requiere, dicen, hablarle claro y cumplirle a la gente, un poco de paciencia, trabajo en equipo, acompañamiento y mística. Sin embargo, después de 4 días de recorridos por tierra árida y seca, quedamos atónitos al ver el estado de esta granjas. Eufóricos de volver a ver frutas.