En medio de la cuarentena obligatoria para frenar el esparcimiento del coronavirus, varios empresarios en Colombia manifiestan preocupación frente a una posible extensión del aislamiento preventivo y su efecto negativo para la economía.
Ellos coinciden en que debe buscarse un punto de equilibrio entre el cuidado a la salud sin sacrificar por completo la producción, cuyo efecto inmediato sería la pérdida de empleos y el posterior freno económico generalizado.
Valora Analitik recopila las impresiones de cuatro empresarios en el actual contexto de incertidumbre.
Arturo Calle
El dueño y fundador de la marca de prendas y accesorios Arturo Calle, fue enfático al señalar la imposibilidad para responderle al Estado con los tributos -y a sus 6.000 empleados con los sueldos- mientras continúen cerradas las plantas y las tiendas.
En este sentido, solicitó una ampliación en los plazos para cumplir con los gravámenes cargados a las compañías. Además, recalcó su respeto por el Gobierno y las medidas tomadas por la salud. Pero, a su juicio, es necesario no detener por completo la producción. “La gente ya está muy nerviosa con esto”, comentó Arturo Calle.
“Las ganancias obtenidas desde diciembre se están perdiendo al 100% desde enero (…). Reactivar la economía será difícil”, estimó.
Christian Daes
Christian Daes Abuchaibe, COO de Tecnoglass, aseguró a la revista Dinero que el mayor miedo de los empresarios “es que frenen la economía y después sea imposible reiniciarla” pues además de afectar la producción de las empresas, reducirá drásticamente los ingresos de los colombianos.
Para el empresario, la prioridad en este momento es buscar el equilibrio entre la economía y la salud humana, con el objetivo de que en adelante la hambruna y la pobreza no se conviertan en un problema mayor que el mismo coronavirus.
“Los empresarios llevamos una gran carga. Se piensa que somos ricos, que nos sobra todo. Pero no se dan cuenta de que para nosotros es un gran dolor llegar a pensar que podemos afectar a más de 5.000 empleados, en el caso de Tecnoglass, cuando ellos fueron los que nos llevaron a donde estamos”, agregó.
Mario Hernández
El dueño de la marca de accesorios Mario Hernández, también dijo a Dinero que “se necesita una política fiscal activa, audaz, en donde la regla fiscal pueda flexibilizarse en momentos en que las fuerzas del mercado están postradas y no pueden por sí mismas mantener el flujo de bienes y servicios de la economía en concordancia con el flujo de efectivo del sistema económico”.
Desde su punto de vista, es momento de resucitar al economista John Maynard Keynes en su máxima expresión con todas sus teorías. Además, puso como ejemplo la inversión de otros países en el rescate de sus economías.
“Lo está demostrando Estados Unidos al aprobar un plan de estímulos para evitar el nefasto efecto en la economía del Covid-19, que costará fiscalmente US$2 billones y que supera con creces el plan de US$800.000 millones que impulsó el Gobierno Obama en la crisis financiera del año 2008”, citó Hernández.
Andrés Astaiza
Quizá uno de los escenarios más complejos durante la coyuntura lo protagonizan las pymes, especialmente las más jóvenes.
Un testimonio de este segmento empresarial lo entregó el gerente general de Olfabrand, compañía joven comercializadora de aromatizantes domésticos y esencias corporales, Andrés Astaiza.
En conversación con Valora Analitik manifestó una falta de coherencia entre los anuncios del Gobierno por preservar los empleos y la falta de incentivos tributarios para aliviar la carga en esta época de bajos ingresos.
Además, evidenció la complejidad para las pymes a la hora de obtener créditos bancarios. Aseguró que se hará todo lo posible por mantener a sus 39 colaboradores, pero en las actuales condiciones será un reto complejo si se desactiva la economía por más tiempo.
(Con información de Dinero)