De ningún mapa de Norte de Santander se ha borrado a Gramalote. Esto no ha sucedido porque desde el 17 de diciembre del 2010, cuando el suelo comenzó a abrirse, se prometió su traslado e instalación inmediata. Esa fecha, terrible para los gramaloteros, está a pocos días de cumplir cuatro años.
La prensa volvió a llenarse de titulares con las declaraciones entregadas por la señora Carmen Arévalo, gerente del Fondo de Adaptación, quien dice que los habitantes del nuevo pueblo habitarán allí sus casas en el primer semestre del 2016.
Por ahora, ellos defienden sus atrasos con mencionar términos como “el levantamiento topográfico” y esas cosas que ninguno de los hombres y mujeres que debieron abandonar su casa hace más de 1.400 días entiende. Sí, 1.400 días y noches de pensar y soñar con la disposición de otros.
En total, según la señora Arévalo, el Fondo de Adaptación cuenta con 9,3 billones de pesos para la apertura de las vías de acceso, la construcción de la iglesia, el parque, la alcaldía, el hospital y miles de cosas más, “indispensables para la existencia de un pueblo”, pero por ninguna parte, en sus declaraciones entregadas al diario Portafolio, menciona a quienes se supone habitarán el municipio.
Esos a quienes hoy no se sabe si todavía les siguen pagando los subsidios que anunciaron en un principio y les entregaron como quisieron. El gobernador de Norte de Santander y la alcaldesa, sin pueblo, están a un año de culminar sus mandatos y pasarán en blanco para la historia del municipio porque la negligencia nacional fue alcahueteada por la ineptitud regional.
Según reconoce la señora Arévalo, los reasentamientos en Colombia y en el mundo siempre han fracasado. Por el paso del tiempo la gente se acostumbra a otro modo de vida y es jarto, para todo el mundo, volver a empezar. Ojalá, por la historia del pueblo y del departamento, que Gramalote sea la excepción.
El nuevo pueblo que nació en la mente de sus habitantes a partir del momento en que dejaron sus antiguos hogares, a este tiempo, ya debería haber aprendido a caminar, pero hoy todavía está en planos y proyectos.