Al leer “Si Rigo hubiera ganado el Giro 2014, la historia probablemente sería otra” me animé a escribir esta nota, no con el afán de contrapuntear ni ofender, mucho menos de hacer trizas. Más bien lo hago con la intención de plasmar lo que he venido pensando sobre Rigoberto Urán hace ya varios años, pues soy un simple pero apasionado seguidor del deporte de las dos ruedas, sobre todo de los ciclistas colombianos.
El amor por el ciclismo ha estado en nuestra familia hace mucho tiempo. Cuando mi padre era muy joven, su hermano mayor quería ser un grande del ciclismo nacional, pero un accidente de tránsito mientras se preparaba para la Vuelta a Colombia le costó la vida a la corta edad de 22 años; su gran amigo Severo Hernández si llegó a ser un grande del deporte nacional.
Pero volvamos a la nota sobre Rigo.
El ciclismo es quizás el deporte más duro y más desagradecido que pueda existir, ya que se compite por equipos, pero la gloria y la inmortalidad la logra solo el capo o líder del equipo, cosa distinta con el fútbol, béisbol, baloncesto o cualquier otro deporte de grupo.
En el año 2010, la llegada de Rigoberto Urán al Sky Procycling fue el soporte para el crecimiento del colombiano como deportista. La exigencia, la gran tecnología y presupuesto que maneja el equipo lo llevó a mejorar sus tiempos y ritmos, su profesionalismo y mentalidad de ganador.
Para el 2013, después de ganar la medalla de plata en los juegos Olímpicos de Londres 2012, llegó a competir al Giro de Italia como gregario del líder del Sky, Bradley Wiggins. Ganó la décima etapa que tenía alta montaña, y tras el retiro de su líder Wiggins, Rigo quedó como líder del Sky y candidato al título, terminando en segundo lugar en la general, subcampeón detrás de Vicenzo Nibali.
Este mismo año corrió el Tour de Francia, nuevamente como gregario de Bradley Wiggins. A la par, al Movistar llegaba Nairo Quintana como gregario y apoyo en la montaña de Alejandro Valverde. Aquí la historia del anterior Giro se repitió, Wiggins se desfondó, perdió tiempo con el gran lote, al igual que Valverde en el Movistar. Sin embargo, a diferencia del Movistar, el director del Sky obligó a todos sus corredores a retrasarse del lote principal para apoyar a su líder y llevarlo de regreso al tren principal.
Rigo, creo, no tengo el dato ahora, estaba a menos de un minuto de la general en ese momento, pero tuvo que sacrificar sus posibilidades para trabajar como capo y en pro de su equipo y líder, en otros términos, obedecer al director deportivo. Cosa distinta del Movistar, donde ordenaron a todo el equipo apoyar a Valverde, menos a Nairo quintana, quien estaba igualmente a menos de un minuto de la general. Ese Tour de Francia fue el despegue de Nairo como uno de los grandes, al terminar en París como segundo en la general, campeón de la montaña y campeón de los jóvenes.
En el 2014, Rigo salió del Sky y fue fichado por el equipo Omega Pharma-Quick Step. Ahí es, donde creo yo, con respeto de todas las opiniones, donde inicia ese bache de Urán, pues considero que no era el momento de salir del mejor equipo del mundo, a pesar de llegar como líder, capo y máxima figura del Omega. Sus posibilidades de ganar una de las tres grandes carreras se redujeron, por la menor capacidad financiera, tecnológica y deportiva de su equipo frente o contra los dos grandes Sky y Movistar.
Tal vez fueron sus ganas de figurar y triunfar, de no seguir siendo gregario. Por otro lado, detrás de Wiggins venía el británico Criss Fromme, quien sí supo aguantar hasta tener su oportunidad, de esperar su tiempo, su lugar y este año se corona campeón de su cuarto Tour de Francia.
Llegar a culpar a Nairo Quintana del declive de Rigoberto Urán por haber ganado el Giro de Italia del 2014 es ser supremamente miope, o no tener la capacidad de análisis. No podemos comparar las carreras de los dos colombianos de élite en el ciclismo, los dos han tenido desarrollos muy diferentes.
Nairo llegó al Movistar muy joven, iba como gregario de Alejandro Valverde, que iba ser su apoyo en la montaña, para que el español lograra ganar el Tour de Francia. Luego terminó como capo y líder del equipo español, y tal vez esto ha sido el problema para que Nairo pueda ganar el Tour de Francia pues tener dos capos en un mismo equipo no da pie para estrategias, los gregarios se confunden y no saben para quien trabajar. Sin embargo, Nairo se mantiene en el Movistar a pesar del desempeño del Tour 2017, que termina lejos de la general y sin podio, siempre ha sido segundo y tercero. No obstante, quedó segundo en el Giro de Italia 2017, que estoy seguro no lo ganó por órdenes del director deportivo del Movistar, quien no lo dejaba atacar en la montaña para destronar a Tom Dumoulin, con la idea de ahorrar fuerzas para llegar y ganar el Tour de Francia, craso error, pues si hubiera ganado el Giro 2017 ya habrían salvado la temporada.
Las comparaciones en el deporte siempre resultan inapropiadas, cada deportista y cada disciplina tiene desarrollos diferentes, pero podemos hacer una comparación con el fútbol, que tanto se ha escrito y hablado este año con el tema de James Rodríguez. Soy de los que pensaba y pienso que James no debía salir del Real Madrid, que es el mejor equipo del mundo del momento, que si no era titular no era por culpa de Zidanne, sino por James mismo; como dicen muchos periodistas, tanto colombianos como españoles, el único que no dimensiona sus capacidades es James mismo.
Si Nairo Quintana no se esforzara en el Movistar y se sintiera segundón detrás de los grandes de este equipo, nunca hubiera desarrollado toda su capacidad. Y digo error salir del Real pues aquí nace mi opinión con el tema de Rigoberto Urán, así como para James lo mejor era seguir en el Real Madrid, pues toda la capacidad tecnológica, deportiva, financiera y demás son apoyo para su crecimiento personal, ya era su deber ganarse un lugar, no es lo mismo entrenarse y luchar por un puesto contra los mejores jugadores del mundo que eran sus compañeros a irse por lo menos al Inter de Milán que hoy día ni siquiera compite en ningún torneo internacional y no es candidato a ganar el Calcio. Así mismo el error de Rigo fue salir del Sky, debió esperar su tiempo, estoy seguro que hubiera sido mejor que Fromme, o al menos le disputaría el lugar de líder del equipo.
Pero como historiador que soy, no se pueden hacer juicios sobre cosas pasadas, ni menos hacer pronósticos de lo que pudo haber sido y no fue. Por eso, el logro de Rigoberto Urán de ser segundo en la general del Tour de Francia, en un equipo como el Cannondale-Drapac, donde ni era el capo, ni tenía la confianza de su líder deportivo, es para hacerle una calle de honor, darle la de oro, aplausos y más, eso sí es de grandes, gracias Rigo, y mil felicitaciones.