Los calificativos para Nairo Alexánder Quintana parece que se agotan. El muchacho de Cómbita se volvió a proclamar el domingo subcampeón del Tour de Francia, la carrera por etapas más importante del mundo.
Pero, a diferencia de 2013, este año Quintana fue sin duda el mejor ciclista de la competencia. El Tour se perdió cuando en la segunda fracción, con lluvia incluida, hubo una caída que fue aprovechada por Alberto Contador y Chris Froome, quienes no vacilaron en atacar y se aparecieron en la meta con 1'28" de diferencia respecto de Alejandro Valverde, de Vincenzo Nibali y de Quintana, por su puesto.
No tengo duda de que fue una actitud poco deportiva la de Froome y Contador. No es de buen recibo que se ataque como consecuencia de una caída o de un inconveniente mecánico. Pero los jefes del Sky y del Tinkoff-Saxo, con su actitud poco decorosa, sellaron ese día el Tour. Quintana perdió la carrera por 72 segundos y en la plurimencionada segunda etapa Froome nos clavó 88 segundos. Es decir, el mejor ciclista del Tour fue Nairo por 16 segundos.
Y es que lo que hizo el hijo de don Luis y doña Eloísa fue sin duda una hazaña. Cuando todos pensamos que Froome había sentenciado la carrera en la décima etapa (Tarbes/La Pierre-Saint-Martin), el colombiano nos tapó la boca a todos y nos demostró de qué esta hecho. Ese día (14 de julio) efectivamente Quintana tuvo una gran crisis y, por el contrario, Froome tuvo su mejor jornada. La renta para el británico fue de 1'04", más 6" de la bonificación.
Cuando Froome cruzó la meta, un rumor inmenso empezó a recorrer toda la caravana del Tour: que a lo mejor el europeo estaba dopado. En realidad esa situación nunca se demostró a lo largo de la carrera, al menos por ahora.no ha faltado quién pusiera en tela de juicio los pedalazos del británico de origen keniata. Tal vez el Froome que vimos en la penúltima y antepénultima etapas nos dejó un poco tranquilos respecto de las sospechas.
Fue Quintana inmenso en la etapas 19 y 20. En ambas puso a Froome contra las cuerdas. En la 19 (Saint-Jean-de-Maurienne/La Toussuire-Les Sybelles) atacó al líder a falta de cinco kilómetros para la meta. Tal vez ese día el del Sky ganó el Tour porque supo resistir el violento ataque del colombiano, quien pedaleó y pedaleó para sólo sacarle a Froome 30". En cambio, al resto de sus rivales -excepto Nibali, a la postre ganador de la etapa- les clavó casi dos minutos. Sin duda, si Froome no hubiese estado fino ese día de otra cosa estaríamos hablando. Pero bueno, no tiene mucho sentido llorar sobre la leche derramada.
Y llegó la etapa 20 (Modane Valfréjus/Alpe d'Huez), que los colombianos conocemos muy bien por aquello de que un pequeño jardinero de Cundinamarca, Lucho Herrera, se coronó vencedor en 1984 por encima de Hinault, Fignon, Lemond y Millar.
La del sábado anterior era una jornada corta, de poco más de 110 kilómetros. Los directores deportivos de Movistar, Eusebio Unzué y José Luis Arrieta, plantearon una estrategia brillante con el fin de destronar a Froome. La cuestión era muy sencilla: a mitad de carrera había un premio de montaña fuera de categoría y Valverde tenía la obligación de atacar para luego tomar la rueda de Quintana. El problema fue que el español no pudo seguir el paso del colombiano y la táctica de los del Movistar se vino abajo, al menos en ese momento.
A falta de 12 kilómetros para coronar Alpe d'Huez, los ataques del Movistar se intensificaron y Valverde se marchó del lote de Froome. Luego lo hizo Nairo. Un poco más adelante estaba el también colombiano Anacona. Los dos colombianos dejaron a su compañero Valverde y Anacona arrastró a su jefe de filas, Quintana, durante unos cuatro kilómetros. Al final Quintana cruzó segundo en la etapa y Froome por poco se hunde en la general.
Un año más con Nairo Quintana como el mejor deportista del país. En 2013 y 2014 ya había conseguido ese reconocimiento. Un reconocimiento que sólo ratifica una cosa: que que probablemente Quintana sea el mejor deportista de Colombia de toda la historia.
Todo parece indicar que Quintana tiene otro reto ante sí: la Vuelta a España que arranca el próximo 22 de agosto. Sin duda que la ronda ibérica es un bello escenario para que Quintana y Froome midan de nuevo fuerzas. Ojalá esta vez la suerte este del lado colombiano.