A este Gobierno Nacional le ha tocado muy difícil la situación. Tal vez, a la falta de carisma del presidente y a su surgimiento como líder de la nada. Lo anterior, se reflejó en que el 2019 fue el periodo de muchas críticas y pasará a manera del año de las marchas y protestas contra las políticas gubernamentales actuales. Se podría plantear que se dio un despertar de “primavera sudamericana” (aclaro que el escenario no solo se dio en Colombia).
Estas protestas se dieron por diferentes aspectos como la continuación del genocidio de las personas reintegradas a la vida civil y de líderes comunitarios y campesinos. Los intereses por parte del gobierno de reformas pensional, laboral y tributaria. La falta de recursos en el sector educativo. El cumplimiento del proceso de paz, entre otras.
Sin embargo, llego el Covid-19 y la cuarentena (realmente noventena) y sucedieron cosas que solo ocurren en un país macondiano. La imagen del presidente Duque paso del 25% favorable al 65% de favorabilidad (con un buen contrato de asesoría para ello). El Gobierno Nacional se convirtió en el legislativo gracias a la declaratoria de emergencia económica, social y ecológica (el congreso de por si estuvo este semestre desaparecido). Se intentó una reforma pensional y laboral por vía ejecutiva.
Adicionalmente, se endeudó a la Nación en millones de dólares para paliar la crisis, la relación deuda pública sobre Producto Interno Bruto (PIB) saltará del 52% (2019) al 62% (2021), lo cual es válido ante la situación ¡pero con el nivel de corrupción que hay en el país! en otras palabras, el otro año habrá otra reforma tributaria (para este 2019 sería el colmo).
Si no fuera por esta situación las universidades públicas no hubieran terminado este semestre académico (terminan en julio) así sea de manera virtual. Prácticamente ya están igualados los periodos académicos que habían sido afectados por las protestas del año pasado y antepasado. Las marchas sociales pasaron al 0%. Ya ni recordamos los estudiantes caídos en los enfrentamientos con las vitaminas del Estado y los líderes comunitarios muertos.
El confinamiento ha evitado la expresión de la inconformidad del pueblo ante las situaciones actuales del país. ¡Gracias Coronavirus! ¡Atentamente, Gobierno Nacional! Y desafortunadamente nos quedan dos años, que espero no sean perdidos como los dos que van.