Hubo una época en donde siempre nos derrotaba Venezuela en todo. Es que nos daba sopa y seco en los Olímpicos, en los Bolivarianos, en cualquier juego. Hoy eso no pasa. El cambio empezó por allá en el 2004 cuando se promulgó la ley del deporte. Los logros empezaron a verse con las ocho medallas de los Olímpicos de Londres en el 2012 y luego las tres medallas de oro en Río. Así los amantes de la insurgencia lo nieguen, el doctor Uribe no solo nos dio durante sus ocho años de mandato mas tranquilidad en las carreteras e incluso nos dio cine, porque el triunfo de Ciro Guerra en los Oscar se lo deben a él. Uribe le cambió la cara para siempre a nuestro deporte. Antes de él era una cosa casi que amateur en donde Colombia siempre perdía. Eso celebrábamos en carro de bomberos cuando algún boxeador como Eliecer Julio ganaba una medallita de bronces. Hoy arrasamos.
La otra cara de la moneda es Venezuela. El caballito de batalla de los nostálgicos del chavismo eran las grandes hazañas de los deportistas cubanos en los olímpicos. Eso ya está mandado a recoger. Cuba no figura internacionalmente en nada. Venezuela copió el modelo cubano pero de poco le sirve. En los olímpicos pasados, mientras ganamos ocho medallas Venezuela ganó una, la de Yorelis Rincón que es un fenómeno mundial. Ahora, a tres días de haber empezado los Bolivarianos Colombia tiene 62 medallas de oro mientras Venezuela, que siempre nos ganaba antes del chavismo, tiene 27. Una vergüenza.
Porque me gusta el deporte yo voy a votar por el que diga Uribe. Mientras Santos amenaza con rebajarle el presupuesto a la preparación de nuestros deportistas que es lo único que nos llena de orgullo, Uribe se inventará seguro otra ley para ponernos a ganar medallas no en jueguitos como los bolivarianos sino en los olímpicos. Basta ya de castrochavismo, eso no sirve de nada