Si existió un hombre querido por todos los colombianos ese fue Minia. Uno de los momentos más felices de nuestra historia futbolística fue en el mundial de Brasil. Corría el minuto 10 del primer tiempo y el partido contra Grecia no se abría. Juan Guillermo Cuadrado desbordó por la derecha, mandó el centro, James la deja pasar y después Pablo Armero la tomo mordida. La pelota, regañada, cansina, se metió. Así, con este gol del lateral que en ese momento jugaba en el Napoles, empezó Colombia su mejor mundial en la historia.
En ese momento nadie discutía la titularidad del defensa en la selección. Ahora, cinco años después Pablo Armero solo vive del cuento. Tiene 33 años, una edad en donde hoy los deportistas de más alto nivel compiten. Pero a Armero nunca le interesó ser el mejor. Después de su espectacular mundial de Brasil entró en un declive que no parece tener fondo. Hace unas semanas lo despidieron de su equipo en Brasil, el desconocido Alagoano, donde fue echado por sus problemas de disciplina derivadas de su afición por el licor. Sin embargo otro equipo brasilero, el Guaraní lo contrató. Minia ya no espera llegar a la Selección, lo de la grandeza ya es agua pasada. Ahora lo único que quiere es seguir recibiendo su sueldo para atenuar las deudas que lo acosan.
El primer gran escándalo de Minia ocurrió en mayo del 2016. Después de llegar borracho a su apartamento en Miami golpeó a su esposa y madre de sus dos hijos, Maria Elena Bazán. Después de golpearla procedió a cortarle el pelo. Los oficiales norteamericanos arrestaron a Armero y lo llevaron a una comisaria donde salió con este uniforme de recluso
Armero en sus horas más bajas: preso por unas horas en Estados Unidos por pegarle a la mamá de sus hijos.
Seis meses después de esto protagonizó un escándalo. También, borracho, se subió en un vuelo Bogotá-Cali. Allí un aficionado quiso grabarlo con su celular. Al hacerlo el futbolista estalló "Qué haces con ese celular grabando. ¡Deje de grabar con eso!” Luego los pasajeros le pidieron que se bajara del avión. El incidente quedó grabado en este video
De todo le ha pasado en estos años después del mundial. Armero en el 2015 protagonizó un escándalo sexual con dos prostitutas. La primera versión que se supo es que su esposa lo encontró en la cama con dos prostitutas mientras jugaba en Brasil. Después la familia lo negó todo.
Ahora su último escándalo lo protagonizó en Cali cuando se le escapó a la policía de Cali que quería hacerle un control antidoping. Sin equipo los días del fútbol de Minia están terminados
El futbolista tumaqueño Pablo Armero fue detenido en la mañana de este domingo, cuando al parecer conducía en estado de embriaguez. El deportista se movilizaba en una camioneta por la vía que conduce a Pance.
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— El País Cali (@elpaiscali) February 23, 2020