Entierro de tercera a los viejos partidos colombianos, a su estructuras y líderes. El Partido Liberal en cabeza de César Gaviria que respaldaba a Humberto de la Calle no logró y medio millón de votos, una candidatura producto de una consulta que costo al país $40 000 millones.
Germán Vargas Lleras desplegó recursos y alianzas con la clase política local seguro de que como en otras elecciones, la maquinaria combinada con presupuesto producía resultados. Pero esta vez el cóctel tradicional no resulto como lo demuestran las votaciones de Petro y de Fajardo que arrastraron votaciones de opinión y de electores primiparos.
La maquinaría de los Char en Barranquilla se fundió ante el avance de Petro y confirma una vez más que es la más independiente del país para votar. La región paisa, por encima de partidos votó por los dos candidatos paisas: Duque (Uribe) y Fajardo; en Sucre y Córdoba Petro juega de local y blanquea las célebres maquinarias de la región.
En los departamentos limítrofes con Venezuela se impuso el temor al chavismo venezolano que capitalizó Duque, salvo en La Guajira, fortín de Vargas Lleras, que conquistó Petro. Por ejemplo, en Cúcuta le dio una abrumadora mayoría a Duque con más del 60 % contra Petro 6.5 %.