Guinea vive una convulsa jornada luego de que militares del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército anunciaran la detención del presidente Alpha Condé, y la disolución de la Constitución y el Gobierno en medio de un golpe de Estado.
El coronel Mamady Doumbouya, comandante de ese cuerpo de élite, fue quien informó la noticia a través de un video difundido en redes sociales.
"Después de capturar al presidente, que actualmente está con nosotros, hemos decidido disolver el Gobierno, disolver la Constitución en vigor, disolver las instituciones y cerrar las fronteras terrestres y aéreas", afirmó el militar, al tiempo que llamó a sus “hermanos de armas a la unidad, a fin de satisfacer las legítimas aspiraciones del pueblo de Guinea".
En entrevista exclusiva con nuestra cadena aliada France 24 en francés, Doumbouya señaló que el presidente Condé "está en un lugar seguro" y que "vio a un médico". "Tenemos todas las fuerzas de seguridad con nosotros para acabar de una vez por todas con la miseria del pueblo guineano", agregó.
Posteriormente, el anuncio continuó en televisión estatal, donde Doumbouya apareció junto con varios soldados y portando la bandera del país sobre los hombros. El militar indicó que fue creado el "Comité Nacional de Agrupación y Desarrollo" con el fin de "iniciar una consulta nacional para abrir una transición incluyente y pacífica".
En su alocución, justificó sus acciones y las de sus compañeros basándose en "la falta de respeto a los principios democráticos, la politización excesiva de la administración pública, la mala gestión financiera, la pobreza endémica y la corrupción".
En principio reinó la confusión en el país pues, pese al anuncio de los militares, el Ministerio de Defensa aseguró en un comunicado que "la Guardia Presidencial, apoyada por las fuerzas de defensa y seguridad, leales y republicanas, contuvo la amenaza y rechazó al grupo de atacantes".
El texto indicaba además que "las operaciones de seguridad y búsqueda continúan para restaurar el orden y la paz".
El golpe de Estado inició a primera hora de la mañana, cuando se escucharon disparos en el centro de Conakri, la capital, y soldados del Ejército se ubicaron en la zona. Los hechos ocurrieron en el distrito comercial de Kaloum, donde están el palacio presidencial y varios ministerios.
Las calles quedaron desiertas mientras se desplegaron vehículos blindados en dirección al palacio presidencial. Posteriormente, numerosos ciudadanos salieron a las calles de la ciudad en apoyo al golpe con la arenga "¡Viva el Ejército! ¡Viva el golpe de Estado!".
Medios locales publicaron fotos y videos en los que se ve al presidente Condé, de 83 años, vestido con una camisa estampada y jeans, y sentado en un sofá.
Su rostro se ve notoriamente serio y está rodeado de soldados armados con fusiles. Al parecer, las imágenes fueron tomadas esta mañana dentro del palacio presidencial en Conakri.
El mandatario se encontraba al frente del Gobierno desde 2010. Llegó al poder el 21 de diciembre de ese año, tras el golpe militar de diciembre de 2008, que fue perpetrado después de la muerte del presidente Lansana Conté, quien dirigía el país desde 1984.
Entre 2008 y 2010, la junta militar, comandada por el capitán Moussa Dadis Camara, estuvo al frente del Gobierno. Fue entonces cuando Condé ganó en la segunda vuelta de las elecciones.
Desde entonces, estuvo dos mandatos en el poder y en octubre pasado se presentó en los comicios presidenciales a un tercer periodo, algo que estaba prohibido en la Constitución, pero que se pudo realizar gracias a un referendo en el que se aprobó cambiar la Carta Magna.
Los resultados de los comicios, en los que Condé resultó vencedor, generaron una oleada de violencia que dejó alrededor de 30 muertos y más de 300 personas detenidas.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, fue el primero en reaccionar a la situación a nivel internacional. El funcionario expresó a través de Twitter que condena "enérgicamente cualquier toma del Gobierno por la fuerza de las armas", al tiempo que pidió la "liberación inmediata" del jefe de Estado.
I am personally following the situation in Guinea very closely. I strongly condemn any takeover of the government by force of the gun and call for the immediate release of President Alpha Conde.
— António Guterres (@antonioguterres) September 5, 2021
Posteriormente, tanto la Unión Africana como la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, bloque del que Guinea hace parte, reprobaron la rebelión militar y también exigieron también la "liberación inmediata" de Condé.
Al llamado se unió el Gobierno de Francia que, a través de un comunicado de la Cancillería, pidió "la vuelta al orden constitucional y la liberación inmediata y sin condición del presidente Condé".
Guinea es un país extremadamente empobrecido que desde su independencia de Francia en 1958 ha vivido una sucesión de gobiernos autoritarios o militares. En 2010, se celebraron las primeras elecciones democráticas de su historia, en las que Condé fue elegido presidente. Esta designación trajo esperanzas a la nación africana sobre un futuro democrático, algo que se fue diluyendo con la intención del presidente de continuar en el cargo.
Durante el mandato de Condé, el crecimiento económico de Guinea fue sostenido gracias a la exportación de metales raros como la bauxita. Sin embargo, este aparente crecimiento solamente ha beneficiado a unos pocos. En 2011, cuando el líder guineano apenas llevaba un año en el poder, ya sufrió otro intento de golpe de Estado.
En las últimas semanas, el malestar generalizado aumentó debido a una subida de impuestos a las clases trabajadoras y un aumento del precio del combustible de un 20%, medidas tomadas para contener la deuda que posee el país.
La corrupción sistémica y la concentración del poder cada vez mayor en su figura parecen hacer sido las principales causas de este golpe de Estado en una región que recientemente ha vivido situaciones similares en países como Mali o Chad.
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