El pasado fin de semana se reunieron en un hotel de Bogotá representantes de las 102 organizaciones que aglutinan en Ecomun buena parte de los 7.000 excombatientes que forman parte de proyectos productivos con los que han estado trabajando y buscar sostener para poder normalizar sus vidas después de dejar sus armas.
Ecomun, nació resultado del Acuerdo de paz como una gran cooperativa para financiar y apoyar los emprendimientos de los económicos y como casi todas las estructuras que se crearon para la implementación del acuerdo estaban bastante controladas por el Partido Comunes, es decir el sector que lidera Rodrigo Londoño. De los excomandantes, quien más ha estado en el tema es Pastor Alape y en llame con Timochenko ha tenido el control de esta importantísima estructura económica donde desde siempre se han movido todo tipo de intereses, sobre todo por el tema de los recursos y la financiación.
Pero la última asamblea tomó un rumbo distinto. Los dirigentes del partido Comunes perdieron el manejo. Por mayoría Ecomun se sacudió en búsqueda de una mayor independencia decidió dejar estar bajo la égida del Partido Comunes y ganar otros sectores como La Mar, Fedecomun del suroccidente y Corporeconciliación. Fue nombrada como gerente a Omaira Rojas, conocida en la guerra como Sonia, una guerrillera del Bloque Sur que fue extraditada a EEUU por tráfico de drogas y regresó después de permanecer en una cárcel de máxima seguridad en ese país.
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Buena parte de los recursos de la cooperación internacional para proyectos productivos le llegan a esta gran cooperativa que ha apoyado entre otros estanques de piscicultura para el que la Comunidad Económica Europea donó USD 5 millones.
La actitud del gobierno Petro, de abrirse a escuchar a otros reincorporados, ha molestado a Londoño y a Alape quienes han hecho declaraciones públicas muy fuertes sobre la manera como este gobierno está ejecutando la implementación de los acuerdos firmados en el teatro Colón en noviembre del 2016 con el gobierno de Juan Manuel Santos.
