Como una verdadera sorpresa se ha tomado la noticia que Ricardo Gareca será el nuevo técnico de Colombia. Ampliamente conocido en el país desde la época en la que defendió la camiseta del América de Cali en la década de los ochenta, el Tigre ha tenido un exitoso paso por el Perú en donde logró clasificar a esa selección después de 38 años. Gareca conoce el medio y está listo para potenciar talentos como Luis Sinisterra, Luis Diaz, Rafael Santos Borré y tantos otros prospectos que empiezan a prosperar en la élite del fútbol mundial.
A sabiendas que hay potencial, que los culpables son el técnico Reinaldo Rueda y la dirigencia, encabezada por Ramón Jesurún, periodistas como César Augusto Londoño a Carlos Antonio Vélez han señalado a los jugadores como los principales responsables de la eliminación de Colombia a Catar. Por eso han venido promoviendo el nombre de Alberto Gamero, vendiendo además la idea que Millonarios jugaba como el Manchester City de Guardiola. La necesidad de montar un técnico nacional radica en los intereses que se juegan, de primicias y acceso a la información que podría darles un nombre promovido por ellos mismos.
Ricardo Gareca es celoso de su trabajo, no permite que lo manoseen de la manera que lo acostumbran hacer los de la federación cuando tienen entre manos a alguno de sus nacionales. Por eso se arranca bien el camino que habrá hasta el mundial del 2026. Celebramos la llegada de Ricardo Gareca.