Golfistas, tenistas y socios aficionados al deporte lograron que los directivos de los clubes cumplieran con los protocolos de bioseguridad para poder abrir las instalaciones. Sobre todo los clubes con sedes campestres donde es posible cumplir sin dificultad el distanciamiento social. Cumpliendo con algunas restricciones de tiempos, número de hoyos, máximo de jugadores: Mesa de Yeguas (Anapoima), Club Campestre de Llanogrande (Rionegro), La Pradera de Postosí (La Calera) y Rincón de Cajicá ya están abiertos para los socios. En muchas porterías de los clubes, como en Mesa de Yeguas, cuentan incluso con las pruebas rápidas para visitantes, con lo cual le dan más seguridad a los socios.
Para garantizar seguimiento posterior las reservas deberán hacerse a través de la App del Club y pueden permanecer en las instalaciones solo el tiempo de duración de la práctica deportiva y no se permiten invitados que no sean socios. Faltan aún muchos clubes campestres del país por activarse, pero estos abrieron el camino.