Por las emociones y reflexiones que suscita, y las reminiscencias que evoca, la amena obra Golem, de la compañía británica 1927, es una de las joyas del 16º Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB).
Es una acertada combinación de pantomima, animación y música. La escenografía, el maquillaje, el vestuario y la iluminación dan gran plasticidad al montaje, mientras que el buen humor y la vitalidad y elocuencia de las pantomimas hacen que sobren las palabras.
En 2004, también en el marco del FITB, se presentó la obra “Oyster” (Ostra), de la compañía de la coreógrafa israelí Inbal Pinto, que era como abrir una caja de música y meterse de lleno en un mundo mágico de seres con el pelo alborotado, a manera de viñetas en movimiento, que algo tenían de mimos, muñecos y títeres a la vez.
Y quienes hayan tenido oportunidad de presenciar “Oyster” encontrarán en su estética algunas similitudes con Golem, pero cada una con sus propias particularidades. En el caso de la obra de la compañía británica, las animaciones por computador entran a jugar un rol fundamental.
Basada en el antiguo mito judío del golem (criatura hecha de arcilla que trabaja para su creador), Golem, obra escrita y dirigida por Suzanne Andrade, explora el mundo del hombre y sus máquinas.
El original montaje se centra en la relación entre un hombre que lleva una vida ordinaria y su propio golem. Situado en un mundo ficticio pero familiar, donde la tecnología y la economía de mercado han trascendido los límites del control humano, el golem se ha vuelto una pieza esencial para una vida mejor, aunque su propia existencia amenaza las vidas de quienes lo crearon.
Con la estética de una novela gráfica animada, Golem, que se presenta en el Teatro Libre de Chapinero, conjuga efectos visuales y sonoros con grandes actores, en un trabajo lleno de humor y sátira social.
Coproducción entre el Festival de Salzburgo (donde se estrenó en 2014), el Teatro de la Ciudad de París y el Young Vic Theatre de Londres, ha recorrido con éxito países tan diversos como Gran Bretaña, Austria, Francia, Rusia, China, España, Suiza, Australia, Italia, Estados Unidos, Portugal, Bélgica y ahora Colombia, el primer país latinoamericano donde se presenta.