El coletazo económico generado por el COVID-19 agrava aún más la crisis económica de los últimos años. Según Fedesarrollo, se calcula que 5,5 millones de personas en el país pueden caer en situación de pobreza extrema, asunto que el gobierno nacional espera combatir con restricción de gastos y austeridad.
“Nos vamos a concentrar en mostrar cada vez más austeridad por parte del Estado”, dijo el presidente Iván Duque.
Pues bien, este llamado fue atendido por los entes territoriales de control fiscal, entre ellos la Auditoría General de la República, que cambió de sede para generar un importante ahorro, entre otros beneficios
“Con el cambio de sede de la entidad nos ahorraremos cerca de mil millones de pesos, dinero que invertiremos en fortalecer el control fiscal en el país”, expresó Alma Carmenza Erazo, auditora general.
Se espera que este ejemplo sea seguido por las demás entidades de carácter nacional y territorial, con fin de que estos dineros, que pertenecen a todos los colombianos y que pueden llegar a atenuar los niveles de pobreza en el país, puedan ser reinvertidos en proyectos sociales y productivos.