Aunque suene o parezca mentira este titular, haciendo análisis, es una realidad. Porque en política clientelista lo primero que se busca es proteger el interés personal y no generar antagonismo que mermen la imagen del político, del grupo político o del mismo gobierno.
Para el mundo no es desconocida la pésima y violenta administración del gobierno venezolano constituida por la dupla de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Si a ellos se le suma el Tribunal Supremo de Justicia-TSJ-, que no legisla en justicia sino con el corazón del gobierno, para los venezolanos la esperanza para salir de la crisis está lejana, peor aún, sin el apoyo de los países considerados hermanos. Pero esa crisis que ya pasó de política social y económica a crisis humanitaria que también la padecen miles de colombianos directa e indirectamente. Al presidente Santos y a la izquierda colombiana se le olvida que parte de sus victorias, también tienen votos de colombianos que residen en Venezuela.
Nicolás Maduro cerró fronteras, expulsó como perros y expropió a miles de colombianos incluyendo niños y niñas, también tiene miles de presos y no pasó ni pasa nada. La izquierda colombiana que posa de demócrata y ultra defensora de los derechos humanos, esa misma izquierda y otros cientos más de personajes que se alimentan de lo antigubernamental en su territorio, hoy están arrodillados, complacientes y de acuerdo con lo que el gobierno venezolano aplica a sus compatriotas y colombianos. Ni siquiera por twitter hacen un trino criticando la posición criminal del presidente Nicolás Maduro.
Peor aún, es ver el acople perfecto del expresidente colombiano Ernesto Samper y Secretario de UNASUR, aplaudiendo al gobierno venezolano y hablando de avances democráticos, cuando lo que existe es una extrema represión al pueblo en comunión con las fuerzas armadas y los organismo de justicia de Venezuela. Nicolás Maduro y el presidente Santos son aliados perfectos, ya que Maduro es garante del proceso paz en la Habana y ahora lo es con la apertura de los diálogos con sus residentes especiales y protegidos como lo son y han sido los guerrilleros del ELN y FARC. Es por ello, que el gobierno Santos y los supuestos demócratas y defensores de los DD.HH de la izquierda colombiana se hacen los de la vista gorda y ese gesto es de aprobación y respaldo.
En contraste con Ernesto Samper, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el excanciller uruguayo Luis Almagro, sin temor de que le pidan el puesto, le ha respondido a Nicolás Maduro, como se le debe responder a un atarván, diciéndole entre otras las siguientes verdades "Debes devolver la riqueza de quienes han gobernado contigo a tu país, porque la misma pertenece al pueblo, debes devolver justicia a tu pueblo en toda la dimensión de la palabra (incluso encontrar a los verdaderos asesinos de los 43 y no los que tienes presos por sus ideas, aunque no sean ni las tuyas ni las mías). Debes devolver los presos políticos a sus familias.
Debes devolverle a la Asamblea Nacional su legítimo poder, porque el mismo emana del pueblo, debes devolver al pueblo la decisión sobre su futuro. Nunca podrás devolver la vida a los niños muertos en los hospitales por no tener medicinas, nunca podrás desanudar de tu pueblo tanto sufrimiento, tanta intimidación, tanta miseria, tanto desasosiego y angustia".
¿Es esto basura?