La indignación de los manifestantes de todos los estratos y la comunidad internacional se potencializa cada día con las salidas en falso y explicaciones sobre la gran mentira de Carrasquilla.
Al mejor estilo de Steve Harvey y sin asomo de sonrojo alguno, José Manuel Restrepo, nuevo ministro de Hacienda, salió a decir que Carrasquilla es un mentiroso, que lo de las 6 semanas de caja era falso, que sí hay plata, que no se necesita una reforma tributaria de 30 billones, mejor dicho, que todo fue una equivocación. ¿Ah?
Quedé paralizado, perplejo y preocupado con esa declaración del ministro Restrepo. Por Dios Santo, ¿qué clase de personas inconscientes, desalmadas y truhanes nos están gobernando? Han permitido que el país se desangre y se destroce, que mueran decenas de jóvenes, civiles y hasta policías, que se destruyan bienes públicos y privados, que en el peor momento de la pandemia a la gente no le importe el contagio del COVID-19 con tal que el gobierno retirara la reforma tributaria... y no quiero seguir puntualizando en las nefastas consecuencias de la presentación de esa reforma tributaria; una decisión que nunca debió haber ocurrido, porque indignó hasta el tuétano a la mayoría de colombianos.
Duque y su recua de ministros, asesores, representantes y senadores, incluido Álvaro Uribe Vélez (su mayor cerebro), se han burlado del país con el mayor desprecio por los manifestantes y los representantes sociales que integran el comité de paro.
Creo que lo peor, con dolor de patria, es que las protestas y violencia empeoraran, porque no tiene presentación desde ningún punto de vista que Carrasquilla tomara solito las decisiones sobre ese adefesio de reforma tributaria. Me parecen una falta de respeto con el país y el mundo esas declaraciones “olímpicas” del ministro Restrepo. Esta respuesta es más indignante que la reforma tributaria, como si no tuviéramos siquiera dos dedos de frente para entender que el centro de pensamiento de Duque es su partido político Centro Democrático y que todos sus integrantes participaron de su absurdo contenido.