Los partidos políticos que obtuvieron votación en la Guajira, no se han acordado de que el departamento carece de senador de origen. Ahora aparecen los parlamentarios gestionando el nombramiento por terna del gobernador encargado, que sustituya al actual gobernador Weidler Guerra Curvelo, designado por voluntad del presidente Juan Manuel Santos, después de que la Fiscalía determinara la suspensión del gobernador popular Wilmer González Brito por motivo de investigación penal, con medida de seguridad intramural.
Las aproximaciones de las campañas políticas para elegir senadores y representantes a la cámara han activado las acciones para presionar y reclamar al presidente Juan Manuel Santos el nombramiento de uno de los miembros que conforman la terna avalada por los partidos de la U y Conservador (Tania Buitrago, Luis Colmenares y Casimiro Cuello). En principio, el mayor interés radicaba en el partido de la U a través del representante por la Guajira Alfredo Deluque Zuleta y Ñoño Elías, que persiguen reivindicar el derecho de gobernar por haber triunfado en las pasadas elecciones atípicas, después que declararon la nulidad de la elección de la gobernadora Oneida Pinto Perez. Sin embargo, contradictoriamente, el senador y presidente del citado partido, Armando Benedetti, se opuso al cambio de gobernador, apoyando al gobernador encargado por el presidente, Weidler Guerra Curvelo, generando la devolución de la terna.
El presidente Santos, en visita reciente en La Guajira, escuchó las manifestaciones de apoyo en favor del gobernador encargado Weidler Guerra, congraciando con el sentimientode variadas corrientes de estamentos, gremios y etnias, que pedían la continuidad del mandatario de los guajiros.
El presidente contribuyendo con el apoyo al gobernador, ordenó levantar la suspensión de las regalías por valor de 250 mil millones y a la vez, se comprometió con inversiones viales, resolver los problemas que originaron las intervenciones en educación, salud y agua potable. Además de proyectar la nacionalización de la Universidad de La Guajira, en razón de la carga de obligaciones con la citada universidad, como consecuencia de la gratuidad del estudio universitario, relacionada con Ley 30, que se amparaba y financiaba, con los recursos de regalías. Las regalías desaparecieron por determinación del presidente Santos y el Congreso de la República.
Sin embargo, la gobernación del departamento de La Guajira le quedaron deudas difíciles de asumir y cancelar como consecuencia de haber perdido las regalías comprometidas con la universidad, que ahora tienen a la administración funcionando a media máquina, acosada con los embargos originados de la Universidad de La Guajira.
Un sector del partido conservador de La Guajira alberga la esperanza de que a través del presidente del Congreso, el senador Efraín Cepeda, logre conseguir que el presidente Juan Manuel Santos seleccione de la terna radicada al abogado Casimiro Cuello para que sustituya en calidad de gobernador al antropólogo Weidler Guerra en la península de Colombia.
El partido de la U, resquebrajado, al igual que los conservadores, riñen por hacerse a la piñata, que le canalice y amarre los cabos sueltos, garantizando reelección al Congreso. Mientras tanto al gobernador encargado no le intranquilizan los afanes de cambios gestionados por sus contradictores, solo cree en la confianza que le ha depositado el presidente Santos, sin inmutarse en apoyo de candidaturas, en particular partidistas, ni independientes, cumpliendo con lo encomendado hasta el día que el presidente prescinda y lo releve de su servicio.