La globalización es un paradigma con secretos por descubrir que afectan directa o indirectamente a cada uno de los elementos de la sociedad. Nadie advierte a la población vulnerable el conocimiento sobre el peligro y la transformación que trae para la vida ésta nueva realidad mundial. Los problemas son opacados por los beneficios que trae todo el avance científico y tecnológico, la venda en los ojos del hombre es impuesta por el mal uso de los medios de información y comunicación.
El término es manejado por académicos que tienen grandes vacíos en el contacto con los hechos que suceden en la comunidad. El ciudadano de a pie no se detiene a preguntarse por la mundialización, es un agente activo en su mundo, solo desea satisfacer las necesidades básicas para sobrevivir. El Estado es la cortina de humo de los grandes imperios económicos que marcan la línea que debe seguir la humanidad, sin dejar pensar a ese camínate en lo que realmente importa y le afecta.
No se puede caer en la trivialidad de buscar un significado universal para la globalización cuando la cotidianidad demuestra que influyen infinidad de acciones para lograr su resultado. Educación, violencia, creencias, política, cultura son algunos de los factores que intervienen. Es la alfabetización de un término hipócrita promovido por el dinero de la mano del poder de algunos para manejar a todos. Se quiere hablar de avances tecnológicos, la bolsa de valores, petróleo, modas, de los desarrollados y los que buscan serlo, pero son las mismas políticas económicas lo que interesa, personas de cuello blanco conversando de la violencia, el hambre y analfabetismo que ellos mismos han producido y reproducido.
Es imposible enseñar a manejar un computador o la aplicación en el celular de última generación cuando no se sabe leer ni escribir. El afán de dominio y riqueza del hombre se saltó los procesos básicos de enseñanza y convivencia. No quieren buscar el bienestar común, quieren su propio bienestar, seguir engordando los paraísos fiscales con el dinero que irónicamente es el causante de la mayoría de males pero el mismo que los puede llegar a solucionar.
Los sistemas políticos, como: Socialismo, Comunismo, Anarquismo, Monarquía, Dictadura, Oligarquía, Democracia y la nueva adquisición ideológica, el Neoliberalismo, no es más que meter en una celda el conocimiento alejado de la sociedad que apoya a la política permeada de corrupción y proyectos con bases y objetivos simplemente económicos. Sin ganancia no se aplica, regla básica del pensador de consumo.
Debemos ganar primero la guerra con nuestra ignorancia y apatía por el contexto en que vivimos, defender el medio ambiente, la educación, los derechos, la vida, la paz, el campo, la verdadera riqueza del mundo, en ese momento el dinero y el poder pasarán a segundo plano.