Al profesor le agarró el virus (RobledoFajardoIngris) del que difícilmente se recuperará. Pero, preguntémonos: ¿a quién, o a quiénes, podría interesarle el desprestigio del profesor?
“Colombia es un narcoestado”. La frase que lo catapultó y lo hizo viral, fue muy sencilla, pero caló entre la opinión pública en medio de la polarización del país, la pandemia y el estallido social 2021.
Esta frase hizo visible su voz, extendiéndose en todo el país. Al punto, de ser uno de los senadores más votados, aún, no alcanzara su curul, porque el movimiento ciudadano con el que se presentó por mantener su independencia, no alcanzó el umbral.
Recordemos otras frases muy populares: “El estado colombiano está diseñado para robar”. “Duque es un bailarín de calidades, un farandulero”. “Tengámonos finos”, frase esta para señalar momentos álgidos de la política nacional.
El profesor, pasa del anonimato a la popularidad entre los jóvenes especialmente, en fracción de segundos, quienes viralizan sus ácidos y acertados comentarios. Además, de provenir de un hombre independiente, con ese estilo antioqueño que lo caracteriza, fue tomando pista en medios de comunicación, hasta prácticamente ser objeto de consultas y análisis.
Pero, una sola frase también lo lleva a estrellarse en la opinión pública en las Redes Sociales: “Uribe no ordenó los falsos positivos”.
¿Esta frase fue interpretada como una traición? Le ha generado toda clase de bullying, con la misma fuerza que lo elogiaron.
La respuesta colectiva a los impulsos de las posverdades (mentiras emotivas) o verdades a medias tiene un efecto parecido a un disparo en medio de una manada de cabras. Es decir, una estampida de sus seguidores en todas las direcciones.
Es apenas de esperarse que anunciar su intención de postularse para la alcaldía de Medellín alguno o algunos no vean con buenos ojos la llegada del profesor al cargo, se conviertan en francotiradores interesados en financiar y encender la campaña de desprestigio en su contra que se está orquestando.
La fuerza que venía cobrando el profesor entre la opinión, posiblemente concita astutos financiadores de campañas de bullying -Bots, trolls y haters- a sabiendas de la respuesta pasional del grueso de cibernautas, e incendian su imagen, lanzándolo a la rapiña publica como un nuevo Judas, alimentando la descontextualización de sus palabras, sin otro fin mayor, que el generar desconcierto y descontento.
Por tanto, es muy probable, que la base de lanzamiento de misiles -fake news y bulling- esté dentro de las filas que aparentemente defiende el profesor, al tirarle un salvavidas a Uribe.
Pero surge una pregunta:
Por qué, Alvaro Uribe, puede referirse deferentemente a Petro con palabras como: “Tenemos que reconocer que el presidente Petro ha sido coherente”. ¿Y no se levanta en sus filas la misma tormenta?
Lo cierto es que, al profesor no lo van a soltar desde las bodegas del bulliyng, hasta ver aplastada su figura, como le sucedió, a los integrantes del virus -RobledoFajardoIngris-, quienes no pueden expresar opinión alguna, sin que les llueva una paliza de improperios.
¿Fue un error o imprudencia de parte del profesor?
Quizás sí y quizás no, lo cierto es que fue su opinión, y que anticipó además, previendo que le cayeran a palos; y, sus enemigos, que no estaban propiamente en las filas del petrismo, le pasaron la factura de todas sus frases virales. Razón por la cual, está recibiendo misiles desde todas las trincheras, y sus enemigos sigilosamente callados.
Lo cierto es, que, a ejemplo de Rodolfo, las Redes Sociales, pueden tener un efecto bumerang, por esa volatilidad en las opiniones. En otras palabras, pueden subir como palma y venirse abajo como cocos.
Lo irracional es que quienes se mantienen vigentes a pesar de la controversia que generan, es, el hecho de servirse de la posverdad, la calumnia y la difamación, que resulta atractiva al amarillismo popular y gusto por este tipo de contenido.