El jueves 4 de junio, en horas de la tarde, se configuró la ruptura entre el profesor Gilberto Tobón Sanín y el alcalde Daniel Quintero. En un comunicado colgado en sus redes sociales, Tobón le exigió a Quintero que se pronuncie sobre la serie de irregularidades que desde hace varias semanas lo vienen salpicando. Cabe anotar que este pronunciamiento fue presentado a la opinión pública un par de horas después de la publicación de la nota ciudadana ¿Qué pasó con la crítica mordaz de Gilberto Tobón Sanín a los gobernantes antioqueños?, donde se cuestiona precisamente su silencio ante los hechos de corrupción que han puesto en entredicho a Quintero y sus funcionarios de mayor confianza. Hay que recordar que Tobón apoyó abiertamente a Quintero en campaña por considerarlo “una opción diferente” y que figura (¿o figuraba?) como un asesor en educación.
Ahora pues, entre los puntos centrales de su demoledor comunicado se encuentran:
- No hizo cambio de empresas públicas como prometió en campaña
Con este punto Tobón hace referencia al distanciamiento que el Quintero alcalde ha tomado con lo relacionado con Hidroituango y que no resulta coherente con las posiciones del Quintero activista. Solo hay que recordar su incumplimiento en la promesa de elegir un gerente para Empresas Públicas de Medellín (EPM) con la intermediación de una firma cazatalentos o el congelamiento en las tarifas de los servicios públicos (que antes se han venido disparando). A pesar de que la plataforma que lo impulsó ante la opinión pública fue su crítica ante las irregularidades en Hidroitaungo, al punto que le instaló unas gafas gigantes a Federico Gutiérrez en plena entrada de La Alpujarra, el Quintero alcalde ya parece distante a todo lo relacionado con el magaproyecto y así lo manifestó Isabel Zuleta, vocera del Movimiento Ríos Vivos, en reciente entrevista ¿Por qué nadie cierra Hidroituango, a pesar de tener 143 contagiados?, al afirmar: "Yo creo que él no tiene ninguna posición con Hidroituango, ni siquiera es que haya cambiado es que no tiene ninguna, él ha estado en absoluto silencio sobre Hidroituango, dejando que otros lo manejen".
- Gobierna con una coalición en el Concejo y entregó cupos en la administración
Con la aprobación de su plan de desarrollo con el voto positivo de todas las bancadas a excepción de dos concejales como se presentó en la publicación Alfredo Ramos, un opositor implacable quedó en evidencia que Quintero tiene una supermayoría en el Concejo. En pocas semanas logró armar una coalición tan amplia que incluye a los siete concejales del uribismo y que solo encuentra resistencia en la oposición sistemática de Alfredo Ramos y la cívica de Daniel Duque. A esto se refiere Gilberto Tobón en un claro señalamiento a la conformación de una “aplanadora” que le aprueba sin chistar sus iniciativas. ¿Cómo lo logró si su movimiento político Independientes solo ingresó dos concejales? La repuesta se encuentra en la naturaleza histórica del Concejo de Medellín que nunca le ha representado mayor dificultad al alcalde de turno y esa tradicional práctica de entregar “cupos” para amarrar los votos de los concejales. Resulta necesario saber qué concejales se han favorecido con esa práctica y que “cuotas” tienen trabajando en la administración. Es vox populi que solo Alfredo Ramos, Dora Saldarriaga y Daniel Duque no se han visto favorecidos con esa repartija de cupos.
- No se ha pronunciado con hechos sobre las irregularidades en contrataciones
En este punto Tobón hace referencia al conjunto de denuncias que se han venido haciendo en los medios nacionales sobre supuestos manejos irregulares en la adjudicación de algunos contratos y que desembocaron en la apertura de un proceso de responsabilidad fiscal por parte de la Contraloría General al mismo alcalde y su secretaria de Educación. Sobre estos hechos ha cobrado protagonismo la corporación sin ánimo de lucro Colombia Avanza que ha sido favorecida con multimillonarios contratos y cuyo representante legal es Henry Gómez (cercano a la campaña de Quintero), exconcejal de Bello y con vasos comunicantes con el cuestionado grupo político de los Suárez Mira. También se suma el escándalo en Metrosalud tras el nombramiento en la gerencia de Martha Castrillón quien desde ese cargo intentó favorecer la empresa familiar de Óscar Hurtado (secretario de Hacienda) y promovió la vinculación de algunos de sus familiares en cargos claves en la entidad. Sobre estos temas el alcalde ha guardado silencio o se ha hecho “el de las gafas” y así lo he venido presentando en una serie de doce publicaciones en este portal.
Sobre estos tres puntos el analista Gilberto Tobón le pide a Daniel Quintero que se pronuncie en un comunicado público. ¿Acaso lo hará o también se pondrá “las gafas”? No es de menor cuantía que Tobón rompa con Quintero, dada la importancia que desde la misma campaña le dieron a su respaldo y su posición como asesor. Teniendo en cuenta la nula capacidad de control político que puede ejercer el Concejo (totalmente controlado por Quintero bajo la batuta de su alfil Alex Flórez) depende de la ciudadanía ejercer todo el control y veeduría posible, sumarse a la corriente de opinión (no uribista) que emergió tras la autorización del ingreso del Esmad a la ciudadela de la Universidad de Antioquia y que cada vez va tomando más fuerza entre los sectores cívicos y ciudadanos de Medellín. A eso también apunta Tobón con el lanzamiento del Movimiento Operación Manos Limpias como una plataforma ciudadana de veeduría y control. Al menos, con su ruptura pública con Quintero demostró qué tan limpias tiene sus manos.