Cada año, las Fuerzas Militares de Colombia organizan una expedición científica a la Antártida, el sitio más austral de la tierra, conocido popularmente como el continente blanco en el polo sur. La meta es proyectar al país dentro del Sistema del Tratado Antártico (STA), del cual es miembro firmante desde 1989 para participar en las decisiones globales que se tomen sobre este territorio.
El año pasado, se llevó a cabo la novena expedición de este estilo, la cual corrió por cuenta de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC) y se coordinó con la Comisión Colombiana del Océano (CCO) para enviar un avión Hércules C-130 hacia el sur del mundo con el objetivo de intercambiar y transferir conocimiento técnico y científico en el campo de la medicina aeroespacial.
Ahora, la expedición va a ser diferente. La Dirección General Marítima de Colombia (Dimar), la Comisión Colombiana del Océano (CCO) y el Programa Antártico Colombiano (PAC) se unieron para enviar a la Antártida el buque más grande que se ha construido nunca en suelo colombiano, el Simón Bolívar.
Este barco está equipado con todos los equipos necesarios para hacer investigación geofísica, oceanográfica e hidrográfica, todo mediante el uso de laboratorios de geología, y un cuarto de análisis de datos.
El buque partirá en diciembre desde el puerto de Buenaventura con una tripulación de 56 oficiales y suboficiales y 18 investigadores entre biólogos e ingenieros. Recorrerá hasta 6.000 kilómetros para llegar a su destino en un viaje que se espera dure 15 días y se quedará allí hasta marzo de 2024.
A diferencia del año pasado, el objetivo de esta expedición será investigar la biodiversidad, la biología marina y, especialmente, el cambio climático, puesto que la Antártida es el regulador más importante de la temperatura del planeta.
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