Colombia, un país con una geografía diversa y compleja, enfrenta constantemente desastres naturales como terremotos, deslizamientos de tierra, inundaciones y sequías, exacerbados por fenómenos climáticos como El Niño y La Niña. Estas emergencias tienen un impacto devastador en la educación, afectando la infraestructura escolar y poniendo en riesgo la seguridad de estudiantes y personal educativo. En la última década, más de 1,500 instituciones educativas han sido afectadas por desastres naturales, lo que ha interrumpido la continuidad educativa de cientos de miles de estudiantes (Ministerio de Educación Nacional, 2020).
Además de las amenazas naturales, el conflicto armado interno, que ha durado más de seis décadas, ha agravado la vulnerabilidad del sector educativo en Colombia. Las escuelas han sido usadas para fines militares, y muchas han sido escenario de violencia, desplazamientos forzados y reclutamiento infantil, convirtiendo a estos espacios en zonas de riesgo en lugar de refugios seguros (Zuluaga Trujillo, 2018). Esta situación subraya la necesidad urgente de implementar estrategias sólidas de gestión del riesgo que no solo respondan a emergencias, sino que también contribuyan a la creación de entornos educativos seguros y resilientes.
GIRE: Un Plan Integral para la Continuidad Educativa
En respuesta a esta realidad, la Gestión Integral del Riesgo Escolar (GIRE) ha surgido como una estrategia clave para proteger la educación en Colombia. La GIRE no solo busca mitigar los efectos de los desastres naturales y conflictos, sino también asegurar la continuidad de la educación en circunstancias adversas, alineándose con estándares internacionales de educación en emergencias y promoviendo un enfoque integral y sostenible en la gestión del riesgo en el entorno escolar.
La GIRE se basa en la evolución de la gestión del riesgo en Colombia, que comenzó con la Ley 46 de 1988 y el Decreto 919 de 1989, los cuales establecieron el Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres. Sin embargo, este sistema inicial tenía un enfoque reactivo, centrado principalmente en la respuesta a emergencias y la rehabilitación post-desastre, sin una integración robusta de la prevención y la preparación. Esto llevó a la creación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD) bajo la Ley 1523 de 2012, que adoptó un enfoque integral y proactivo, centrándose en el conocimiento, reducción y manejo del riesgo.
Componentes Clave de la GIRE
La GIRE se estructura en tres procesos fundamentales:
Conocimiento del Riesgo: Incluye la identificación, análisis, monitoreo y comunicación de los riesgos presentes en las escuelas. Este componente promueve la participación activa de las instituciones educativas en los Consejos Departamentales y Municipales para la Gestión del Riesgo de Desastres, integrando la gestión del riesgo en la planificación educativa y el desarrollo local.
Reducción del Riesgo: Consiste en implementar medidas para reducir las condiciones de riesgo, como la mejora de la infraestructura escolar y la adopción de prácticas seguras. Los Planes Territoriales de Gestión Integral del Riesgo Escolar (PTGIRE) juegan un papel crucial al definir acciones específicas basadas en diagnósticos detallados.
Manejo de Desastres: Se enfoca en la preparación y respuesta ante emergencias, así como en la recuperación post-desastre. Incluye la formulación y ejecución de planes de respuesta, capacitación en protocolos de evacuación y primeros auxilios, y coordinación con organismos locales y nacionales para gestionar los recursos necesarios.
Importancia de los Estándares Internacionales en Educación en Emergencias
La GIRE se alinea estrechamente con los estándares internacionales establecidos por la Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE). Estos estándares son esenciales para garantizar una respuesta educativa de calidad en situaciones de emergencia, proporcionando una guía integral para asegurar que todos los niveles y tipos de programas educativos estén preparados para responder a las crisis. Los estándares de la INEE enfatizan la participación comunitaria, la coordinación efectiva, la evaluación continua y el monitoreo de las intervenciones educativas, elementos fundamentales para una respuesta holística y responsable.
El Estándar 1 de Participación de la INEE subraya la importancia de involucrar activamente a todos los miembros de la comunidad educativa en la gestión del riesgo. En este sentido, la GIRE fomenta la creación de Comités Escolares y Territoriales, así como Mesas Territoriales de Gestión del Riesgo, donde docentes, estudiantes y padres colaboran en la planificación y ejecución de las estrategias de gestión del riesgo. Este enfoque participativo no solo mejora la respuesta a las emergencias, sino que también fortalece la resiliencia y la capacidad de la comunidad educativa para enfrentar futuras amenazas.
La GIRE también se alinea con los estándares de Coordinación de la INEE, estableciendo mecanismos claros de coordinación intersectorial a través de los Planes Territoriales y Escolares. Estos planes permiten una integración efectiva de las estrategias educativas en la gestión del riesgo, garantizando que las acciones sean coherentes y estén alineadas con las necesidades y realidades locales. Además, la GIRE incorpora la evaluación continua y la retroalimentación para ajustar las estrategias y mejorar las prácticas de gestión del riesgo.
Consolidación de Instrumentos y Escenarios de Articulación
Para que la GIRE logre su máximo impacto, es crucial consolidar los instrumentos y escenarios de articulación que faciliten su implementación. Los Planes Territoriales y Escolares de Gestión Integral del Riesgo Escolar son herramientas fundamentales que definen las acciones a seguir para gestionar los riesgos en el entorno educativo. Estos planes proporcionan una hoja de ruta clara para que las instituciones educativas y las Secretarías de Educación gestionen los riesgos de manera coordinada y eficaz, asegurando la continuidad del servicio educativo incluso en situaciones de emergencia.
Los Comités Institucionales y Territoriales de Gestión Integral del Riesgo Escolar desempeñan un papel vital en la articulación de las acciones de la GIRE. A nivel institucional, estos comités están compuestos por miembros de la comunidad escolar, quienes son responsables de elaborar, actualizar y ejecutar los planes de gestión del riesgo en sus respectivas instituciones. A nivel territorial, los Comités Territoriales coordinan la implementación de los Planes Territoriales GIRE, alineando las acciones con las particularidades de cada región y asegurando la coherencia con los lineamientos nacionales de gestión del riesgo.
La Mesa Territorial de Educación en Emergencias es otro escenario clave para la articulación intersectorial. Este espacio reúne a actores del sector educativo, la cooperación internacional, entidades gubernamentales y la sociedad civil para coordinar las acciones de preparación y respuesta a emergencias. La Mesa Territorial facilita la movilización de recursos, la capacitación del personal y la implementación de mejores prácticas en la gestión del riesgo escolar, asegurando que las intervenciones sean integrales y efectivas.
Desafíos y Futuro de la GIRE
Aunque la GIRE representa un avance significativo en la gestión del riesgo escolar, aún enfrenta desafíos importantes, como la necesidad de integrar la gestión del riesgo en el currículo escolar. Incorporar estos temas en asignaturas clave como ciencias naturales y sociales permitiría a los estudiantes desarrollar competencias para identificar y gestionar los riesgos en su entorno, fortaleciendo la resiliencia de la comunidad escolar.
Para maximizar su efectividad, es crucial evaluar continuamente el impacto de la GIRE en las comunidades educativas, identificar éxitos, áreas de mejora y oportunidades para fortalecer su implementación. De esta forma, la gestión de riesgos en las escuelas no solo será reactiva, sino una práctica integral y sostenible, alineada con los estándares internacionales y centrada en la protección y el desarrollo integral de todos los miembros de la comunidad educativa en Colombia.
El fortalecimiento de la Gestión Integral del Riesgo Escolar (GIRE) es esencial para enfrentar las amenazas que afectan al sector educativo en Colombia, desde desastres naturales hasta conflictos armados. La implementación de la GIRE a través de comités de gestión, planes territoriales e institucionales y la coordinación intersectorial, es fundamental para garantizar la continuidad del servicio educativo y proteger a la comunidad escolar en situaciones de crisis. Con el apoyo de todos los actores del sector educativo, organizaciones internacionales y la sociedad civil, Colombia puede avanzar hacia un futuro donde todos los estudiantes tengan acceso a una educación segura y de calidad, sin importar los desafíos que enfrenten.
La consolidación de los instrumentos y escenarios de articulación es clave para el éxito de la GIRE. Solo con una planificación clara, una coordinación efectiva y una participación activa de toda la comunidad educativa se podrá construir un sistema educativo resiliente que responda a las necesidades de los estudiantes, garantizando su derecho a la educación en cualquier circunstancia.
Antropólogo, Magister Estudios Sociales de la Ciencia, Punto Focal para Colombia de la INEE, Docente.