Se ha iniciado el segundo semestre en un escenario incertidumbre originado por la pandemia, la cual ha afectado gravemente a la población y a las empresas, reflejada en el desempleo y la calidad de vida de la gente. Destacable la actitud responsable y solidaria de muchos empresarios en la dirección de sus compañías arriesgando su sostenibilidad. Son otros héroes que a pesar de las circunstancias tan adversas han sido solidarios con sus trabajadores y la comunidad. Merecen reconocimiento y gratitud ciudadanas, el acompañamiento del gobierno y de la sociedad.
La actual coyuntura requiere una gerencia de la crisis (lo urgente prevalece sobre lo importante). Objetivo central: sobrevivir.
El impacto de la crisis hay que enfrentarlo con gran capacidad de adaptación a la transformación digital y tecnológica para tener costos eficientes de producción, promover el consumo, avanzar en el teletrabajo, garantizar la bioseguridad de trabajadores, proveedores y clientes, mejorar el servicio, responsabilidad social y sostenibilidad de las compañías. El reto es claro: ser productivos, innovadores y emprendedores.
Los expertos en mercadeo advierten nuevos motivos / hábitos de compra en los consumidores: confianza, higiene, precios, calidad y servicio, apoyo a productos locales y utilización de canales digitales.
La pandemia nos sacudió la zona de confort obligándonos a revisar procesos y métodos en las diferentes áreas de la empresa, siendo la tecnología la gran protagonista. Hay que invertir en la transformación digital y en capacitación del recurso humano.
La gerencia debe tomar decisiones que contribuyan a la supervivencia de la empresa y de esta manera contribuir a la reactivación económica en la que el esfuerzo de empleadores y trabajadores es decisivo para el éxito de las políticas lideradas por el gobierno en sus diferentes instancias. La recuperación de la economía es indispensable para que la situación no se agrave.
Innovar o reinventarse, como afirman algunos, es el verbo que todos debemos conjugar para lograr la supervivencia de la empresa, satisfaciendo necesidades y gustos de los consumidores/ usuarios, muchos de ellos también reinventados.
La solidaridad será otra dimensión en la tarea gerencial para que la suerte de la gente (trabajadores, proveedores y clientes) y la de las empresas sean armónicas y logren sobrevivir, la economía se oxigene y permita avanzar en la lucha contra la desigualdad y la pobreza que han quedado al descubierto con la pandemia. En este propósito la academia también tiene especial compromiso con la formación de gerentes idóneos, sensibilidad social, honestos y con alta capacidad de resiliencia y adaptación a escenarios de incertidumbre como el actual.
Si logramos sobrevivir, otros serán los objetivos, otro el contexto, otras las variables internas y externas, otra la hoja de ruta, para lo cual se requerirá gerencia para la supervivencia pospandémica. Cada día trae su afán, advierte una sentencia bíblica (Mateo 6:34).