Un paraíso de frutas y sabores fue lo que la venezolana María Nevett Gimón se encontró en sus vacaciones. Cartagena la atrapó. Se enamoró de la gente y de la brisa del mar a través de sus caminatas por el centro histórico, tanto, que se animó a abrir un negocio en uno de sus callejones. Con ayuda de un heladero argentino quien le enseñó la técnica y un par de mujeres nativas que le mostraron las frutas de la región, María transformó los sabores costeños en helados hechos con maestría.
En Gelateria Paradiso hay 28 sabores entre los que están los clásicos de vainilla, chocolate y café, y otros como el agua de coco, canela, jengibre curuba y uchuva. Los helados no se hacen con pastas ni esencias, se compran los sacos de frutas, se pelan y se les extrae la pulpa. No hay colorantes ni saborizantes que permitan que el sabor sea siempre el mismo por eso su preparación es un continuo descubrimiento dependiendo de cada cosecha.
Gelateria Paradiso está ubicado dentro del centro histórico sobre la esquina de la calle de la Estrella con cuartel donde cuenta con una amplia clientela que parece garantizarle mucho más tiempo en Cartagena a esta venezolana enamorada de Colombia.