Gustavo Petro entró a jugar con las mismas armas de los partidos tradicionales del toma y dame. Tres ministros y seis viceministros habían sido nombrados para asegurar la coalición del gobierno que sirvió para aprobar la reforma tributaria y había funcionado hasta la cuestionada reforma política que terminó ahogada. Esta fue la primera fractura con los partidos de la U, Conservador y Liberal que ahora se profundiza con el trámite a la salud.
Los rumores de la llamada de la jefe de gabinete Laura Sarabia a los ministros de Transporte Guillermo Reyes, del partido Conservador, Sandra Milena Urrutia de las TIC, del partido de a U y la liberal d Catalina Velasco al frente de la cartera de Vivienda, para anunciar que sus viceministros estaban en la cuerda floja, puso en evidencia el tamaño de la mermelada.
No está clara cual será la reacción de los curtidos jefes de partido, como el expresidente César Gaviria, y los expresidentes del Congreso Dillian Francisca Toro y Efraín Cepeda –senador activo- frente a este apretón presidencial. Es una medida desesperada del gobierno que no tiene los votos para pasar la Reforma a la Salud, una de sus banderas en la Comisión Séptima de la Cámara.
Con la tensión que se está viviendo en el Congreso en el trámite de la ley se destaparon los nombres de los viceministro que entraron como cuota política y no necesariamente con peso técnico. Estos son los viceministros de Vivienda pertenecientes al partido Liberal, Felipe Arbouin y Aníbal José Pérez, los Viceministros de Transporte pertenecientes al Partido Conservador, Carlos Eduardo Enríquez y María Constanza García, además de los viceministros de las TIC del partido de la U, Nohora Mercado y Sergio Octavio Valdés.