Gustavo Álvarez Gardeazábal
Nunca pensé que a estas horas de mi vida me volviera contestatario y armara toldo aparte. Mañana, en frente del Jardín Botánico de Medellín, donde se celebra la Fiesta del Libro, hemos alquilado un toldo para poder presentar el libro de Isaacs, el autor de María, sobre el golpe de estado que él dio en 1880 en Antioquia. Como temen lo que voy a decir sobre la rosca homofóbica que quiere manejar la cultura paisa (atacando hasta a Fernando Vallejo, el mejor de los mejores escritores vivos), me desinvitaron para hablar dentro del recinto ferial. Lo voy a hacer afuera, como cuando empezaba a escribir hace 50 años. Definitivamente cóndores no nacen todos los días.
Este texto publicado en el periódico El Mío se suma a la diatriba que le envió el escritor y periodista de La Luciérnaga a Jairo Osorio, director de Ediciones Unaula, el Fondo Editorial de la Universidad Autónoma Latinoamericana, que editó el libro que presentaría Gardeazábal y que dice lo siguiente:
“¡Mi presencia no les honra, les estorbo, les huelo a la mierda que les saben mis éxitos y mi felicidad!!”
Jairo:
1. Hice un acto de arrepentimiento para aceptar volver a dejarme manosear por los escritores de este país que siempre me han hecho el vacio y acepté, (en un acto estúpido de vejete ilusionado), y al mismo tiempo, ir en septiembre a Cúcuta a la Feria del Libro de la Frontera y a Medellín a presentar el libro de Isaacs sobre la revolución de 1880 en la Fiesta Anual del Libro. Creía que la edad, el ser doctor honoris causa y el haber llegado a 43 años ininterrumpidos de publicar una novela como CONDORES, que se lee y se comenta y se estudia, me daba respetabilidad.
2. En el aviso oficial de la Fiesta del Libro de Medellín, publicado en la Revista Arcadia, aviso de 2 páginas, donde se incluyen los escritores invitados a la fiesta del Libro de Medellín, que dirige Juan Diego Mejia, mencionan 108 personas, pero a mí no me incluyen.
3. Se vuelve así a la misma actitud de siempre: desconocerme. Antaño porque no fui marxista, después porque no dejé de ser provinciano, siempre por altanero, ahora porque soy un viejo con éxito y popularidad nacional que no tienen ninguno de esos escritores que convocan.
4. Si a mis 68 años no identifico en donde les fastidia mi presencia, habría perdido todo lo que he aprendido en la vida. Juan Diego Mejía sabía que yo iba. Tú le pediste el turno y el espacio para que la editorial de Unaula presentara el libro de Isaacs. Si mi nombre honrara el certamen lo ponen en el aviso. No los honro, les estorbo, les huelo a la mierda que les saben mis éxitos y mi felicidad !!!!
Entiéndelo, no es una pataleta de vedette (que mucho me hubiera gustado antaño hacer para que públicamente se volviera escándalo), es un razonamiento por respeto a tus ilusiones de editor y amigo.
Abrazo,
Gustavo Álvarez Gardeazábal
Carta que le respondió Juan Diego Mejía, director de la Fiesta del Libro Medellín, así:
Carta a un maestro que perdió la sonrisa
Maestro Gustavo. No se me ha olvidado que escribiste novelas fundamentales para entendernos como nación. Cóndores ha demostrado de qué están hechos ella y su autor y por eso, como vos, ha sobrevivido al tiempo y al olvido. Lo tengo presente, maestro, como tampoco se me olvidado tu generosidad a la hora de apoyar a los escritores que empiezan. Lo hiciste conmigo una vez, y con otros que ahora brillan como estrellas. Nos diste tu impulso y no te guardaste nada. Cómo ignorarlo ahora. Cómo no decirte que esas palabras escritas en algún periódico y firmadas con tu nombre fueron una fuerza grande para tomar la decisión de dedicarnos al oficio de escribir sin importar los resultados. Pero mira, maestro Gustavo, cuando la vida me da la oportunidad de honrar tu nombre y tu obra te molestas porque no te ves entre los más de doscientos invitados a un evento. Yo te podría decir cosas que seguro ya sabés porque fuiste alcalde y gobernador, cosas como la imposibilidad física de escribir toda la programación en corto espacio, cosas como la necesidad de fragmentar la información en varios avisos, podría decirte más cosas para que no pensaras que te hemos olvidado, pero prefiero aprovechar estas líneas para decirte que Medellín, su fiesta del libro y en especial tus amigos y devotos lectores te esperamos siempre. Recibe mi abrazo sincero.
Juan Diego Mejía
Director Fiesta del libro de Medellín