Son muchos los ganaderos colombianos que han combinado sus actividades con la política y que han terminado con una curul en el senado o la cámara, cuando no son financiadores de políticos locales. El escándalo del Proceso 8000 en tiempos de Ernesto Samper, asociado a la financiación electoral por parte de narcotraficantes como el Cartel de Cali y luego, en la primera elección de Álvaro Uribe en el 2002 se destaparon relaciones non-sanctas entre la política, los negocios del campo y grupos armados como las autodefensas que terminaron en el escándalo de la parapolítica sacando a muchos políticos del camino electoral.
Sobresalen sin embargo algunos nombres de congresistas reconocidos, que se han declarado impedidos de participar en debates parlamentarios asociados al sector y que pueden terminar beneficiando sus intereses o los de su familia. Los hay de todos los partidos pero entre los más reconocidos se encuentran los siguientes:
María del Rosario Guerra –senadora del Centro Democrático- proviene de una tradicional familia ganadera de Sucre, con intereses en la política local y nacional desde hace más de sesenta años. El tronco familiar comienza con Pedro Juan Tulena, un emigrante libanés que se asentó en el departamento y consolidó grandes extensiones ganaderos.
Su padre, José Guerra Tulena, fue senador y gobernador de Sucre, igual que su tío Julio Guerra. Casado con Ana Maria de la Espriella, la mayoría de los hijos del matrimonio, quienes heredaron las fincas, han estado vinculados a la política. Antonio Guerra de la Espriella fue senador por Cambio Radical hasta el periodo anterior cuando perdió por escasos votos su curul frente a Ana Maria Castañeda, quien la ganó en el reconteó, producto de una demanda por los resultados; Guerra terminó involucrado por el escándalo de Odebrecht y está en etapa de juicio para defenderse de la acusación de la Fiscalía.
La ganadería los acercó de vieja data a la familia Guerra de la Espriella con la del expresidente Álvaro Uribe Vélez quien es propietario de la finca El Ubérrimo, una importante extensión en departamento de Córdoba. Joselito Guerra de la Espriella hizo política en el partido liberal con Alvaro Uribe, una cercanía que heredó su hermana Maria del Rosario, quien ha acompañado al ex Presidente en sus campañas presidenciales y fue su mano derecha en la estrategia de arribo del Centro Democrático al Congreso. Es una de las voces como más peso en la bancada del partido en el Senado.
María del Rosario no descuida su actividad ganadera y su gusto por el campo. Es miembro activo de la junta directiva de la empresa familiar Sociedad Agroinversiones el Socorro dedicada al agro y a la ganadería. La senadora acostumbra a reunirse con gremios ganaderos de municipios sucreños ´, donde además ha hecho siempre política.
Del Centro Democrático también, el representante cartagenero Enrique ‘Kike’ Cabrales Baquero –hermano de Isabel Sofía, la esposa de Tomas Uribe- se ha dedicado a la ganadería siguiéndole los pasos a su padre Enrique Cabrales. La familia es una de las más tradicionales e influyentes de Mompox.
El representante a la Cámara ha hecho una carrera en política de la mano de su cuñado quien lo respaldó en el 2015 y suele acompañar a eventos ganaderos y empresariales en el departamento de Bolívar. Cabrales se hizo cargo de los negocios ganaderos que heredó de su padre.
El representante a la Cámara del Partido de la U, Erasmo Zuleta Bechara, comparte los mismos intereses ganaderos de sus colegas. Aunque su familia en cabeza de su abuelo -Elías Bechara Zainúm- se dedico al sector educativo y fundó la Universidad de Córdoba y Universidad del Sinú, Zuleta tiene negocios ganaderos. El rentable negocio de la Universidad le ha generado a la familia excedentes para invertir en fincas y en el sector ganadero. Desde que llegó al cargo, Zuleta se ha empeñado en que Córdoba vuelve a ser la capital ganadera de Colombia. Antes de que llegara la pandemia, se reunía con diferentes gremios ganaderos y caballistas para planear las ferias del departamento, planes que se vieron truncados a causa del coronavirus.
Por su parte, Jezmi Barraza Arraut –representante a la Cámara del partido Liberal- cuenta con tradición política proveniente de su padre el empresario Sergio Barraza Mora, diputado de Cambio Radical que se ha dedicado también al sector comercial agrícola y ganadería. La familia Barraza es dueña de un matadero el Frigorífico Barraza Mora ubicado en su natal Soledad en donde junto con la planta de sacrificio de pollos Acondesa -empresa de la familia Char- son las más importantes de la zona y las que más consumen en Barranquilla y el sur del Atlántico.
A esto se le suma a los negocios ganaderos, ocasionales, del senador liberal del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera. Se ha destacado por su interés en el sector, cuenta de ello fue durante su cargo como ministro de Agricultura (1999 – 2002) cuando intentó impulsar el repoblamiento ganadero para volverlo a convertir en negocio en el país. Villalba incentivó un programa con el apoyo de la Federación de Fondos Ganaderos para adquirir más de 12 mil cabezas para pequeños y medianos ganaderos del Huila y Caquetá.
Por su parte, en el partido Conservador la familia del senador barranquillero Efraín José Cepeda tiene negocios ganaderos en el Atlántico y ha estado muy presente en la vocería gremial de la Costa Caribe. Desde el Congreso ha buscado impulso el agroturismo de actividades predominantemente agrícolas de modo que se revalorice a la agricultura y no solo la ganadería .
Al igual que Juan Samy Merheg Marun quien tiene su negocios en el departamento de Risaralda, es socio de la empresa ganadera Coinversiones y ha demostrado su interés en el desarrollo agropecuario colombiano promoviendo programas que apoya a los sectores de la ganadería, avicultura y piscicultura.
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