Todos mis amigos ven Game of Thrones, menos yo. Prefiero leerme un buen libro de Paulo Coelho o García Márquez a tener que memorizar un poco de nombres sobre unos hechos que no son ciertos y que no me aportan nada como ser humano. Quiero historias edificantes, no como esta, en donde todo el tiempo se la pasan sus protagonistas fornicando e incluso hay una pareja de protagonistas que viven en incesto, eso me parece horroroso. Además, se exagera siempre con la sangre y con las vísceras.
GOT es la prueba fehaciente de la crisis de valores en la que vivimos. Lo peor es que los que la ven son tan creídos que desprecian a los que no la vemos como si fueran superiores. En eso se parecen mucho a los otros, a los hinchas de Star Wars, esa que también es otra bobada llena de efectos especiales y gente disfrazada de muñecos peludos.
Yo no voy a cambiar mi manera de pensar como tantos conocidos que para que no los ataquen se pusieron a ver Game of Thrones y hasta se suscribieron a HBO solo para ser populares en redes sociales. Yo sigo siendo una romántica empedernida y por eso me gustan las historias hermosas, edificantes, como Bajo la misma estrella o si busco erotismo me engancho con Las cincuenta sombras de Grey, que son libros con moraleja y que además están muy bien escritos.
Dejen ya de creerse inteligentes y muy cultos porque ven esa bobada. Dedíquense a estudiar, no pierdan su tiempo con una historia llena de sexo y violencia con gente de nombres raros en donde ni siquiera se entiende qué es lo que pasa. Estudien y déjenle un legado a sus hijos.