Para entender cómo la serie de Netflix "Gambito de Dama" puso de moda al ajedrez, entrevistamos al campeón de los Juegos Panamericanos para Periodistas en esta categoría, Diego Londoño.
RFI: ¿Qué tan cercana a la realidad es esta miniserie de televisión dramática estadounidense?
Diego Londoño: "The Queen's Gambit" está basada en la novela del mismo nombre de 1983 de Walter Tevis que tenía la pretensión de llevarla al cine pero murió antes de hacerlo. Ha tenido una buena aceptación por parte del público evidenciando que el ajedrez también puede ser una práctica masiva y no como se cree que es para una élite
Si bien no es un tema biográfico, toma elementos muy particulares del ajedrez. Por ejemplo se remite a la Guerra Fría donde existía esa tensión ideológicas, política entre comunismo y capitalismo, entre Estados Unidos y La Unión Soviética. Y es en este contexto en el que se narra la vida de la protagonista Beth Harmon, interpretada por la actriz estadounidense argentina Anya Taylor-Joy.
RFI: ¿Qué tiene este deporte que hace que mucha gente se sienta identificado con él en algún momento de la vida?
Diego Londoño: En este momento adverso para la humanidad el ajedrez se vio favorecido. Por un lado, la pandemia del coronavirus nos obligó a pasar más tiempo en casa y como en muchas hay un tablero de ajedrez pues ha sido la oportunidad para jugar, así no se conozcan las jugadas.
Esta miniserie nos remite a esos padres o adultos que nos enseñaron a jugar. Esos adultos significativos quedan marcados en nuestra memoria.
Otro detalle relevante es la virtualidad. Actualmente pasamos mucho tiempo en internet y muchos torneos se han tenido que realizar de manera virtual este año por la pandemia y eso ha implicado además una explosión del número de partidas disputadas en línea y también una expansión de espectadores de los torneos de alto rendimiento en ajedrez. Torneos incluso con premios de más de un millón de dólares. Uno de los protagonistas actuales es el noruego Magnus Carlsen, campeón mundial.
RFI: ¿Qué tan físico es el deporte ciencia?
Diego Londoño: Pese a lo que está arraigado, esa creencia que se le asocia a un un juego estrictamente mental pero, partamos de allí. ¿Qué más físico que el cerebro? Hay que entrenarlo. El ajedrez es una actividad exigente en el plano mental. Agreguemos que hay que en un torneo de ajedrez clásico hay más tiempo de reflexión con partidas de cuatro, cinco, seis horas. Si no tienes una buena preparación física no vas a tener un buen rendimiento porque del agotamiento mental puede desencadenar en un agotamiento físico que afecta la toma de decisiones.
Otra cosa son los ajedrecistas aficionados que juegan por pasatiempo. Pero todo ajedrecista de primer orden tiene otra actividad un poco más entre comillas física, con la cual desarrollan esa preparación. Por ejemplo Garry Kasparov nadaba y corría los 100 metros en un poco más de 11 segundos. Magnus Carlsen practica el fútbol y lo hace muy bien.
En cuanto a lo previo de las partidas no es tan necesario un calentamiento especial. Sin embargo previo a los torneos sí se prepara la parte física para tener un rendimiento óptimo en el tablero.