El pasado 7 de noviembre la rectora de la Universidad Nacional Dolly Montoya llegó a su oficina sin saber que un puñado de estudiantes se habían tomado el edificio de la rectoría. Quién entra o quién sale ahora es decisión de los jóvenes que optaron por esta acción para ponerle presión al Gobierno para que escuche sus solicitudes. El acto desató la rabia de Montoya, quien desde la semana pasada les anunció que si los estudiantes no levantaban el paro cancelaría el semestre. Sin embargo, están dispuestos a quedarse semanas, si es necesario, hasta que el diálogo con la ministra de Educación sea una realidad. El único servicio que sigue prestando el edificio es el de salud, que por recomendaciones de varias organizaciones de derechos humanos les dijeron que no podían impedir que la gente fuera atendida. Christian Polo, uno de los líderes estudiantiles que tomó el control del edificio, explica sus razones y la de sus compañeros para mantener el campamento, mientras las otras organizaciones estudiantiles ya anunciaron nuevas marchas en todo el país para el próximo 15 de noviembre.
Furia de la rectora de la Nacional por la toma de su oficina
Desde hace ocho días Dolly Montoya está sin escritorio desde que estudiantes controlan el edifico, la suerte del semestre sigue en suspenso. Habla uno de los líderes