Después de una década de trabajo, presentamos con alegría y compromiso un balance que demuestra cómo hemos impactado positivamente a 611 mil personas en todo país. Son 10 años de aprendizajes, 10 años de empatía, 10 años de contribuir a la construcción de una cultura de Paz en Colombia. Una tarea que gracias a nuestros aliados nacionales e internacionales, hemos logrado.
Inspirados por nuestro fundador y líder social, Juanes, la Fundación Mi Sangre continúa trabajando con niños, niñas y jóvenes potencializando el poder de transformación que habita todo individuo y fortaleciendo sus capacidades para que se conviertan en constructores de paz y miembros activos de sus comunidades.
Nuestro Camino
En el año 2006 y con el deseo de aportar al desarrollo social y la paz de Colombia, comenzamos brindando apoyo a las víctimas de las minas antipersona. El objetivo: ayudarles a sanar sus heridas, en especial las más profundas, las que se anidan en el alma. Después de varios años de trabajo entendimos que era en esas personas que habían sido golpeadas por la violencia, (por muchos tipos de violencia), donde residía gran parte de la fuerza de cambio que necesita nuestro país. El trabajo con niños y jóvenes nos confirmaron que el arte y la lúdica eran la clave.
Hoy nos enfocamos entonces en tres líneas de acción: Acompañamiento Psicosocial en la que buscamos que quienes sufrieron la violencia, vuelvan a creer en ellos mismos, en el otro y en su comunidad, Educación para la Paz en la que a través de la metodología PAZalobien fortalecemos las habilidades para la vida y de innovación social de niños y jóvenes para que se conviertan en líderes de cambio de sus entornos y Movilización de Causas donde le damos voz a otras realidades que merecen ser escuchadas en temas relacionados con la prevención de diferentes tipos de violencias y la vulneración de derechos de niños y jóvenes.
Logramos trascender las fronteras de Medellin, donde se gestó el proyecto, y hoy, hemos llegado a 41 municipios y 11 departamentos de Colombia, llevando nuestra fuerte convicción que la Paz se construye desde cada ser y contribuyendo con cada uno de nuestros proyectos a que niños y jóvenes se convirtieran en verdaderos constructores de Paz de sus territorios. Nuestros rigurosos estudios de impacto demuestran que hemos impactado a más de 100 mil personas directamente y a 611 mil indirectamente.
Sabemos que en esta década, gracias a nuestros participantes, docentes, aliados y cooperantes logramos aportar a una paz posible, una paz, que se construye con acciones cotidianas en la mesa del comedor de una familia, en el aula de clase entre alumno y docente y en los grupos barriales entre amigos y vecinos. Confirmamos cada día que el arte sí funciona como herramienta de aprendizaje y transformación y que cada vez son más los líderes de cambio formados en nuestros procesos que salen a las calles para trabajar, innovar y cambiar sus realidades.
Hoy presentamos con orgullo y satisfacción --y en conmemoración de nuestros 10 años-- el nuevo video institucional de la Fundación Mi Sangre. Juanes acompañado de niños, niñas y jóvenes del Pais les cuenta nuestros resultados: