El comandante del Bloque Norte de las Auto Defensas, Salvatore Mancuso, se encontraba junto a Rodrigo Tovar Pupo, Jorge 40, en la cárcel de Itagüí, cuando fueron sorprendidos en la madrugada del 13 de mayo por las autoridades carcelarias. Los sacaron del penal, igual que a otros 12 comandantes paramilitares y los colocaron en una avión de la DEA. El argumento del gobierno fue señalarlos de estar delinquiendo desde las cárceles con narcotráfico y haber incumplido compromisos de entrega bienes para la reparación de las víctimas.
Salvatore Mancuso igual que otros comandantes estaban en el Proceso de Justicia y Paz desde el 16 de agosto del 2006 cuando se entregó a la justicia. Este era el mecanismo de justicia transicional establecido para el proceso de paz con los paramilitares liderado por el Comisionado de paz Luis Carlos Restrepo. Quedaron muchos expedientes abiertos pero verdades incompletas.
La cúpula del gobierno Uribe en temas de seguridad estaba compuesta por Juan Manuel Santos como Ministro de defensa, Carlos Holguín Sardi como ministro del Interior, Fernando Araujo Perdomo en Relaciones Exteriores y el vicepresidente Francisco Santos.
Según la carta enviada por Mancuso al exminsitro Alvaro Leyva la motivación del gobierno para extraditarlo fue una "venganza criminal" para callar sus declaraciones sobre las relaciones del Estado y las AUC, debido a que relató la cercanía de algunos funcionarios cercanos al gobierno del presidente Álvaro Uribe, como Francisco Santos, José Miguel Narváez, Pedro Juan Moreno "fueron personas muy cercanas con las AUC".
Salvatore Mancuso aspira a que la JEP lo acepte y aunque esta ya negó su petición, el excomandante de las AUC apeló la decisión buscando ser incluido como tercero, es decir cuando colaboró como ganadero con las AUC sin haber aun empuñado las armas.