No pretendemos establecer líneas especiales de conducta, ni señalarle el camino adecuado al señor presidente Duque, pero, a nuestro juicio y en aras de enriquecer el debate jurídico a raíz de la destitución por parte de la Procuraduría del doctor Edwin Besaile Fayad como gobernador, creemos que es necesario preguntarse si se debe nombrar un gobernador encargado a un partido como la U, que tiene un exgobernador Alejandro Lyons confeso y en proceso de negociación con la Fiscalía y el gobierno norteamericano, en cuyo cuatrienio se han descubierto innumerables carteles que desangraron al departamento, como el la hemofilia y el de las regalías, solo por mencionar los casos más sonados.
Y que ahora enfrenta el lamentable suceso de la destitución ordenada por la Procuraduría a Besaile, de quien se esperaba un gobierno serio y no la continuación de los hechos de corrupción registrados en la administración Lyons ante todos evidentes, contundentes. ¿Se puede premiar a un partido que no ha proferido una sola sanción ni ha abierto juicios disciplinarios con tantos implicados en la corrupción de Córdoba, sin mencionar a sus senadores y el caso Odebrecht?
Al oído del señor presidente sería bueno que se haga una consulta seria al honorable Consejo de Estado para que se siente una jurisprudencia sobre qué derechos deben primar, si los de un partido con gobernantes sancionados disciplinariamente o judicialmente y comprometidos en el despilfarro de los recursos de un departamento y donde uno de ellos no ha contado la verdad de su elección, como Lyons y Besaile, apoyado por ese mismo que hoy se enfrenta en los estrados judiciales con el clan Besaile, o los derechos de una ciudadanía golpeada y empobrecida por la cabalgante corrupción de esa clase política.
Difícil panorama para la transparencia de unas elecciones si se les permite manejar un presupuesto de 1.2 billones de pesos con la misma desfachatez con la que lo han hecho en el pasado.
Es evidente que no existen las garantías necesarias para que el resto de los partidos enfrenten las próximas elecciones territoriales. Hoy militantes de la U están haciendo maniobras en algunos municipios para organizar las coaliciones con puestos y contratos como en San Andrés de Sotavento para que su candidato a la alcaldía sea apoyado por sectores políticos que además respalden con su voto a su candidato a la gobernación.
Esto demuestra que en este departamento no hay garantías para el libre ejercicio de la política y que sería funesto para los intereses de los ciudadanos y la democracia un nuevo período en Córdoba del partido de la U.
