Me sorprendió la votación que obtuvieron los partidos Alianza Verde y Polo Democrático en el Concejo de Bogotá, que seguramente acompañarán a la alcaldesa electa en su eventual gobierno.
Sin embargo, en la corporación también se mantuvieron las maquinarias de siempre y alguno que otro concejal tuvo reelección. Otros no corrieron con la misma suerte, entre varios "quemados", como se les llama vulgarmente a aquellos que no lograron obtener un escaño o no lograron reelegirse, figura un personaje un tanto particular.
Sí, este es el pastor y saliente concejal Marco Fidel Ramírez, quien irrumpió en el partido Colombia Justa Libres para hacerse reelegir, ¿pero a razón de que? Además, ¿qué ha hecho? Censurar la banda de rock sueca Marduk, acusar filmes como Toy Story 4 y La bella y la bestia de promover la supuesta ideología de género, hacer espectáculos escatológicos "profetizando" la derrota de Gustavo Petro en las presidenciales, intentar boicotear el concierto de Calle 13, advertir a los padres sobre la promoción de la homosexualidad y el tabaquismo que hacía el vídeo de Shakira y Rihanna, entre otras polémicas.
Por ende, no se nos hace raro que esté en los últimos 15 lugares de desempeño según el sondeo Concejo Cómo Vamos. De hecho, en su paso por la corporación se reflejó su obsesión por echar demonios como si de estar en un púlpito se tratara y ganar protagonismo. Además, poco trabajo hizo en cuanto control político y crear acuerdos en beneficio de los ciudadanos.
Quisiera referirme también a algo preocupante que se ha venido presentando con la entrada en vigor de la Constitución de 1991, que es la entrega del poder a varios fanáticos religiosos, lo cual considero que se está convirtiendo en una tragedia, en un desastre total. Como cristiano estoy a favor de la defensa de la vida, la familia, los principios y los valores, pero no hay que mezclar peras con manzanas. Una cosa es la Biblia, otra es la Constitución donde se garantiza la libertad de conciencia y cultos.
No obstante, usando la absurda premisa de que hay persecución contra nosotros los cristianos, el exconcejal cree que puede ser el faro moral de la ciudad y quitar derechos y privilegios a quienes piensan diferente. Por favor, en este país democrático nadie nos persigue ni debemos perseguir a nadie. Y si bien entiendo su punto de vista de lo que la Biblia dice acerca de estos asuntos, nada viene al caso. Antes está empeorando la situación de nosotros los cristianos, sin contar con que sus discursos decadentes e imprudentes van en contravía del fundamento de nuestro sistema de creencias.
Por ejenplo, en Mateo 22:36-40, el mismo Jesús es abatido por un religioso fariseo (véase la similitud con los religiosos actuales) quien tendiéndole una trampa para poder condenarlo según la ley le pregunta: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Ante esto, Jesús responde: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con todo tu ser y con toda tu mente. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo es ama a tu prójimo como a ti mismo”. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas”. Más claro no lo pudo decir. Toda la Biblia se resume en eso.
Por otro lado, no logro entender de dónde y cómo ahora salen a predicar y a tomar vocería por los cristianos aquellos que están llenos de odio y no de amor, aquellos que no practican la justicia sino que toman el lado del opresor... como el candidato Miguel Uribe, avalado por las fuerzas más oscuras de este país, aquel personaje cuyas propuestas se basaban en la represión y el totalitarismo, que hasta salió dizque con el cuento chino de darle puestos y contratos a líderes religiosos, muchos de ellos que siendo gente sin experiencia en el estudio de la Biblia mucho menos serán expertos en temas de violencia intrafamiliar, abuso sexual infantil y educación sexual.
En fin, volviendo a Ramírez, este pastor lleno de fanatismo y de odio llegó incluso a arremeter en contra de la victoria de Claudia López a la Alcaldía de Bogotá. Su actitud inmadura y de mal perdedor quedó demostrado cuando hizo una alegoría estúpida a su condición sexual, escudriñando en lo que es su vida privada, tal vez recordando a los fariseos de los tiempos de Jesús. Con esto aclaro, si bien los LGTBI no comparten nuestra moral y estilo de vida, no solo merecen ser reconocidos y protegidos en el programa de gobierno, sino amados, respetados y escuchados por nosotros los cristianos.
Es por todo esto que muchos cristianos descartamos cualquier posibilidad de que fuera de nuevo concejal. ¿El motivo? No ganamos el respeto de nadie a punta de arengas amenazadoras y de legislaciones inservibles como una que impulsó, cuya idea era reducir el acoso sexual hacia las mujeres dándoles preferencia a las sillas rojas en los buses articulados. Claro está que esas disertaciones no han tenido argumentos intelectuales y éticos frente a una sociedad que necesita claridad en asuntos esenciales.
Por último, esperamos que reconsidere su incursión en la política, su presencia no nos está ayudando y no estamos dispuestos a aceptar su gritería y condenación. En la historia ha quedado demostrado la política y la religión solo han traído muerte y desgracias.