En 1973, el estudiante de ingeniería civil, Pablo Tarud Jaar, con el apoyo del rector de la universidad de los Andes, Eduardo Aldana, planteó en su tesis de grado el cierre de vías en varios sectores de Bogotá para que transitaran bicicletas. Esta fue la primera idea sobre la posibilidad de tener carriles exclusivos para las bicis como medio de transporte en la capital del país. Hoy se le conoce como ciclovía.
Posteriormente, el 15 de diciembre de 1974, otros grupos de estudiantes organizaron una manifestación y lideraron un movimiento ciudadano sin ánimo de lucro al que llamaron Procicla y con esa consigna realizaron la Marcha del pedal.
La Marcha del pedal logró reunir a más de cinco mil personas que salieron en sus bicicletas a recorrer la Carrera 7 desde el centro hasta la Calle 72 en protesta contra la contaminación ambiental, la falta de espacios recreativos, deportivos y el incremento de vehículos en las vías bogotanas.
En ese entonces, las manifestaciones fueron lideradas por Jaime Ortiz Mariño, Rodrigo Castaño y estudiantes de la Universidad de los Andes. El movimiento ciudadano cerró varios tramos de vías con el apoyo y el acompañamiento del Departamento de Planeación y la Dirección Administrativa de Tránsito y Transporte.
Así lograron cerrar la Carrera 7 y la Carrera 15 desde el centro y hasta el al norte de la ciudad por un lapso de 3 horas, desde las 9 de la mañana hasta las 12 del día. Ese tramo se habilitó para la circulación exclusiva de bicicletas.
Cómo siguió creciendo la Ciclovía después de la Marcha del pedal
En ese instante, arrancó como tal el uso de la bici en las calles de Bogotá, que más adelante, el 7 de junio de 1976 con la expedición de los Decretos 566 y 567 por parte del Alcalde de la época Luis Guillermo Prieto Campo, se implementó la Ciclovía en la ciudad de Bogotá con el cierre de vías para el uso de la bicicleta.
La palabra Ciclovía es un concepto bogotano, que está incluido en los colombianismos por parte de la Academia Colombiana de la Lengua y la palabra ha sido exportada a varios países del mundo. Desde entonces y con el apoyo de las distintas Administraciones, la Ciclovía bogotana ha venido evolucionando hasta convertirse en el parque lineal más grande del mundo.
En 1982, bajo la Administración del exalcalde Augusto Ramírez Ocampo, la Ciclovía tomó un nuevo impulso porque empezó a promocionarse y a realizarse de manera ininterrumpida cada domingo y festivo, con vías definidas y 37 kilómetros de tramo.
Hoy, ya son 127,68 kilómetros de tramos habilitados en los principales corredores viales de la ciudad, todos los fines de semana desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la tarde para el disfrute de los ciudadanos.
Quién asumió el manejo y la administración de la Ciclovía durante la alcaldía de Mockus
En 1995, cuando Antanas Mockus era el alcalde de la antipolítica, su Administración Distrital decidió que el Instituto de Recreación y Deporte (Idrd) asumiera el manejo de la Ciclovía que, para entonces, estaba cerca de los 20 años de actividad continua todos los fines de semana.
La Ciclovía había perdido relevancia entre los ciudadanos y gran parte de los tramos habilitados, no tenía un doliente porque no contaba con el apoyo del Gobierno Distrital, tampoco tenía algún tipo de programación y los 37 kilómetros iniciales se habían reducido a 20 kilómetros.
En 1996, un año después de que la administración de la Ciclovía pasó a manos del Idrd y la Secretaría de Tránsito y Transporte, se potencializó porque el Instituto de Recreación y Deporte en esa época creó los Guardianes de la Ciclovía con la figura de Gerentes de sectores, muchos voluntarios y la presencia de uniformados de la Policía Metropolitana para garantizar la seguridad de los usuarios.
Empezó también la campaña de promoción de los medios de comunicación, así como la actividad física de los asistentes a la Ciclovía como montar en cicla, correr, patinar, caminar y clases de aeróbicos musicalizadas como parte de la programación los fines de semana. Así mismo, se amplió el horario dos horas más hasta las 2 de la tarde.
De 20 kilómetros de recorrido, la Ciclovía se extendió a 121 kilómetros por las vías principales de diferentes sectores de la ciudad y la gente comenzó a salir de nuevo a la Ciclovía hasta llegar a un millón y medio de ciudadanos cada domingo y lunes festivo disfrutando de ese espacio.
Adicionalmente, se creó un sistema administrativo donde fueron incluidos los Guardianes, se organizó el comercio a lo largo y ancho de la Ciclovía para prestar el servicio a los usuarios y se instalaron señalizaciones necesarias y adecuadas para los cierres de vías con reductores de velocidad y campañas de comportamiento vial.
Con todas estas transformaciones entre los años 1995 y 2000, renació la Ciclovía bogotana, los ciudadanos se fueron apropiando más de este espacio y llegó a tal punto su éxito que la Administración vio la necesidad de realizar la Ciclovía en horas nocturnas y en 1999, se realizó la primera jornada de Ciclovía nocturna en la que participaron más de 3 millones de ciudadanos.
Quiénes pueden ser y qué hacen los Guardianes de la Ciclovía
Cada seis meses, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte abre una convocatoria para los interesados en convertirse en Guardianes de la Ciclovía. En cada convocatoria se presentan unas 3.000 personas. Los elegibles reciben capacitación para prestar servicio a los ciudadanos que usan la Ciclovía todos los domingos y festivos.
Para ser Guardián de la Ciclovía, los aspirantes deben cumplir ciertos requisitos que exige el Idrd y el principal de ellos, es que la persona esté estudiando una carrera universitaria, técnica o tecnológica, no importa la edad y por cada jornada trabajada, el Guardián gana unos $ 200.000
Este servicio empezó con 30 personas. Actualmente, hay 280 guardianes con sus coordinadores y gerentes, pero en total, son 340 personas que desde las 2 de la mañana hasta las 5 de la tarde, se encargan de toda la logística y operación de la Ciclovía todos los fines de semana en Bogotá.
Los guardianes deben estar siempre alerta a cualquier imprevisto que se pueda presentar durante la jornada, orientan a los usuarios, hacen trabajo preventivo y están atentos a cualquier emergencia en el transcurso del día. En general, este grupo de hombres y mujeres deben garantizar la seguridad de los ciudadanos asistentes a la Ciclovía.
Los principales corredores viales que se utilizan para la Ciclovía cada fin de semana son la Carrera 7, Carrera 9, Carrera 15, Carrera 24, Carrera 50, Avenida Boyacá en los tramos norte y sur y la Calle 147 y la Avenida Calle 26 entre otras.
Este jueves 12 de diciembre se realizará la Ciclovia nocturna 2024 y el próximo 15 de diciembre, cumplirá 50 años. Como regalo de la ciudad a los amantes de la bici, el director del Idrd, Daniel García, anunció la ampliación de la Ciclovía en 4 tramos para sumarle 16 kilómetros más al sur de la ciudad en la Calle 39 Sur.
El par vial de la carrera 24, la Avenida Boyacá entre las Calles 170 y Calle 183 al norte. También se cerrará el tramo de la avenida en el sector del barrio la Aurora para conectar con la Localidad de Usme y se espera que cerca de 3 millones de bogotanos sigan pedaleando.
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