El género de la “salsa” nació como tal a fines de los 60 y uno de sus referentes más icónicos ha sido el neoyorquino de origen “boricua” Richie Ray con su vocalista Bobby Cruz. En 1968 vino por primera vez a Colombia y fue un hito. La música tropical, la de las grandes orquestas empezaba a ser desplazada y la salsa dura se convertía en tendencia, especialmente entre irreverentes y rebeldes como el escritor caleño Andrés Caicedo. En Centroamérica y Nueva York florecieron grandes agrupaciones especialmente en el nicho de la Fania de la mano de Jerry Masucci
La salsa brava pegó en el barrio, en la calle allí donde estaban los “duros”. La música de La Billos, Los Melódicos, Los Graduados, Los Hispanos se quedó en los salones de baile con la gente encopetada, elegante y perfumada. Pero la presencia de Ray en la Feria de Cali molestó a las familias de bien que habían ido desde Bogotá y otros lares a ver a los Graduados y se preguntaban “qué era ese tal bugalú, esa vulgaridad que no se podía bailar, por qué no traían a Gustavito, tan lindo”. A raiz de ello al siguiente año la Feria no invitó a Richie Ray y Bobby Cruz.
En 1971 el contestatario Caicedo, realizó una protesta a su estilo, producto de su solitaria y heroica subversión. Diseñó e imprimió decenas de carteles contra lo que él llamaba “el sonido paisa” y contra “la censura a Richie Ray y Bobby Cruz” y los pegó por toda la ciudad. Los anuncios (imagen adjunta) expresaban: “EL PUEBLO DE CALI RECHAZA A Los Graduados, Los Hispanos y demás cultores del "Sonido Paisa" hecho a la medida de la burguesía, de su vulgaridad. Porque no se trata de "Sufrir me tocó a mí en esta vida". Sino de "Agúzate que te están velando". ¡Viva el sentimiento afro-cubano! ¡Viva Puerto Rico libre! RICARDO RAY NOS HACE FALTA”.
El padre de la salsa colombiana
Mientras tanto en Medellín tierra del sonido paisa, un jovencito trabajaba como utilero, a veces como timbalero, en una de las agrupaciones más tropicales y folclóricas del país, “Los Corraleros de Majagual”, antítesis de la salsa. En esos tiempos era la “selección Colombia de la música”, allí estaban Alfredo Gutiérrez, Eliseo Herrera, Lizandro Mesa, Calixto Ochoa, Chico Cervante, Tony Zúñiga, Armando Hernández, Julio Erazo, entre tantas estrellas. Su nombre, Julio Ernesto Estrada Rincón quien siendo casi un adolescente entendió la falta en Colombia del nuevo ritmo musical. Supo del impacto de Richie Ray y otras agrupaciones que nacían en Nueva York, de las cuales había un vacío en el país.
En ello Andrés Caicedo tenía razón, Estrada evalúo cuidadosamente los gustos y como para no desentonar con la mayoría diseñó una adaptación propia de la salsa basada en ritmos cubanos muy movidos (wawancó), caribeños con un toque “boricua” y el sentimiento nacional. Dijo adiós a Los Corraleros y con el respaldo de la disquera Fuentes (Don Antonio Fuentes), el apoyo de su tío Mario Rincón, otros como Mike Char y Hernán Colorado, organizó su propia banda salsera: “Fruko y sus tesos”.
Su primer álbum se llamó “Tesura” con su cantante Humberto González, que no tuvo el éxito debido. Pero el segundo en 1971 “A la memoria del muerto” con el vocalista ‘Piper Pimienta’ Diaz fue su primer hit, con un “LP” del mismo nombre cuya polémica carátula, mostraba a personajes en un cementerio con atuendos psicodélicos. Pero la genialidad y atrevimiento de Estrada no tenían límites, dando origen oficialmente a la salsa colombiana con extraordinarios músicos y cantantes como Joe Arroyo, Wilson Saoko, Celio González, Orlando Conteras, pianistas y trompetistas de lujo, hasta un flautista alemán y otros brillantes músicos.
Por todo ello puede considerarse a Julio Ernesto Estrada Rincón, “Fruko”, como el padre de la salsa colombiana. Su apelativo, lo cuenta él mismo, se lo puso Lizandro Mesa, cuando le encontró parecido con la imagen que publicitaba una salsa, pero de tomate. A partir de allí, para la salsa musical, llevaría ese nombre, pero con K. Fue la sensación y en su momento para el periodista cubano José Pardo Llada, gran experto musical, esa era la “mejor salsa del mundo”.
Cuando aparece la ‘Dimensión Latina’ en Venezuela, Estrada riposta y crea ‘The Latin Brothers’ con el mismo estilo. Al mismo tiempo y con la gran base humana musical que había consolidado idea otros formatos artísticos, entre ellos: Afrosound, Wanda Kenia, Los líderes, Los bestiales, Piano Negro, La Banda Bocana, los Pico Pico y dirigía La Sonora Dinamita, la agrupación más exitosa de la cumbia en Colombia. Estrada era un genio dirigía, producía, arreglaba o tocaba en 10 orquestas diferentes en una sola. Alguna vez en Pasto anunciaron la presentación de Fruko, Los Bestiales y Afrosound. La gente protestó porque querían ver tres grupos diferentes, pero eran los mismos artistas para los tres formatos.
Años más tarde aparecerían otras orquestas nacionales en el género de la salsa como el Grupo Niche, La misma gente, Guayacán, Grupo Galé, la Colombia All Stars, etc. Pero como dirían los salseros eran “más gallegas”, con una salsa más tropical, más suave y más facilista para el gusto de un público menos duro y menos exigente. Comercialmente alcanzaron grandes logros.
“El preso”, fachada y marca de Fruko en sus 50 años de historia
Como Fruko y sus tesos, recogió enormes éxitos, con recordados álbumes como El bueno, El Violento, El bárbaro, Ayunando, El Patillero, etc.; pero sería ‘Fruko El grande’ el que lo consolidaría en la historia con el tema “El Preso” su mayor logro comercial y de gran reconocimiento. Compuesto por Álvaro Velásquez para grabarse como vallenato, Estrada se opuso, lo arregló y lo puso en la voz de Saoko. Fue un éxito extraordinario que la convirtió en la canción de salsa más importante de Colombia y hoy considerado uno de los 20 temas más influyentes de este género en el mundo.
Fruko y sus tesos lleva ya 50 años de historia musical y Julio Ernesto acaba de cumplir 70, sigue activo y vigente. Los reconocimientos deben ser “en vida hermano, en vida” según la mexicana Ana María Rabaté. Por ello hemos invitado a buena parte de los mejores musicólogos colombianos y expertos, para que nos den su selección de los mejores temas de esta agrupación y consolidar con ese aporte las 10 mejores canciones de Fruko y sus tesos.
Agradecimientos para quienes colaboraron en esta selección, al escritor José Arteaga desde España, autor del libro Salsa, al periodista escritor Jaime Monsalve (director musical de Radio Nacional), al “Galeno de la salsa” Dr. Álvaro Villota Viveros, al periodista investigador en salsa de Caracol radio Ley Martin, al ex alumno de Paul McCartney Javier Martínez director de Ingesón estudios y Sol Barniz, al percusionista Germán Villarreal director de la Mambo Big Band, al director de “Afro Onda” (orquesta semilla de Niche) “Memo” Suárez, al director de la orquesta y academia musical “Amadeus” profe Óscar Coral, al maestro historiador Álvaro Reyes, a los artistas y profesores de música Clarita Concha y Rodrigo Zúñiga, al locutor y gestor de salsa Raúl “Pollo” Orbes, a los abogados Daniel Olarte y Edwin Mora, a los coleccionistas melómanos Otto y Pipa Belalcázar, al profe melómano Jorge Gómez.
