El año escolar empezó con las exigencias a los padres de familia. Costosísimas listas de útiles que no hay dinero que aguante para cubrirlas. Se trata de una hoja tamaño oficio que le entregan a los alumnos para que los padres tengan que salir a comprar los útiles. El Ministerio de educación se había comprometido a reglamentar y ponerle límites a las exigencias de los colegios públicos y privados pero lo cierto es que nuevamente regresaron los pedidos de jabones y hasta tapetes. La cotización de una lista cualquiera arroja 120 mil pesos para los padres. Una quinta parte del salario mínimo.
Esta es otra lista típica, en donde piden materiales de aseo y les exigen a los padres entregar todos los útiles al colegio.
La Defensoría del Pueblo comenzó la campaña “útiles sin abusos” y está atenta a las denuncias que los padres pueden hacer en sus regionales o en su página de internet. Las quejas además, pueden presentarse directamente ante las Secretarías de Educación que son las encargadas de sancionar a los colegios.
Esto es lo que, según el Ministerio de Educación y la Defensoría , no pueden exigir los colegios a los padres.
Uniformes de marcas definidas o de prendas exclusivas
Los uniformes pueden comprarse donde los padres consideren que es más cómodo para ellos. Y, en caso de que por razones económicas no puedan acceder a él, los colegios no pueden negarle al niño o la niña estudiar. El derecho a la educación está por encima.
Útiles escolares de marcas o proveedores definidos por el colegio
De la misma forma que los uniformes, los padres deciden de qué marca y en qué lugar compran los útiles según su presupuesto y preferencias.
Comprar todos los útiles al principio del año
No es necesario hacer de contado el gasto de todos los útiles. Los padres pueden ir comprándolos a medida que se vayan necesitando, salvo los que sean indispensables desde el principio del año, como los lápices.
Entregar los útiles al colegio:
Algunos colegios les ponen cita a los papás para entregar oficialmente los útiles. Esto está prohibido. Los útiles del colegio se administran en el hogar. Por eso, no hay que entregarle a la profesora resmas de papel y mucho menos papel higiénico. El colegio puede ser multado con entre 50 y 200 salarios mínimos, lo que viene siendo entre 32 y casi 130 millones de pesos.