Los resultados de las recientes consultas presidenciales dejan muchas conclusiones, pero la que más llama la atención es el protagonismo de la líder afrocolombiana Francia Márquez, lo que demuestra que fue una de las precandidatas presidenciales con mayor acogida por el electorado colombiano, teniendo de presente que no tenía la misma trayectoria y caudal político que sus contendores, una votación importante que le dará un espacio dentro de la candidatura presidencial de Gustavo Petro Urrego.
Sin duda alguna, los más de 700.000 votos le dieron el tercer lugar de los precandidatos de las consultas, sentando un precedente relevante para el progresismo colombiano; y dejando claro que es una mujer que esta llamada a tener un liderazgo fuerte en el país; un liderazgo femenino sui géneris que de seguro se diferenciará de otros como el de la actual vicepresidente Marta Lucía Ramírez y el de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quienes demostraron que el pragmatismo no es lo suyo.
Hay que resaltar que Francia Márquez en su recorrido tuvo una gran falencia, como lo fue su discurso monotemático que pareciera dirigido a una sola comunidad y no a un país. Sin embargo los votos que obtuvo dejan en evidencia que su voz hizo en eco no solo en personas que se vieron identificadas con su proyecto político, sino también en mujeres, víctimas del conflicto, sectores y comunidades populares y un sinnúmero de votantes que vieron en ella una voz diferente a las tradicionales maquinarias políticas.
Es importante subrayar que fue una precandidata que persistió en los temas irresueltos del país, como los ambientales, la paz y la pobreza, sobre este último un fenómeno tangible y poco priorizado, que genera poca compasión y frecuentemente es mas objeto de desdén que de solidaridad, sin embargo ella lo reivindico poniéndole en el centro de su discurso.
Este calendario electoral sin duda estuvo marcado por candidatos de muchas matices, algo positivo para el fortalecimiento de la democracia, candidatos heterogéneos. No obstante, lo más importante fue el auge de las consultas, que a pesar de ser cuestionadas por los recursos económicos que requieren, lo cierto es que permiten que sean directamente los votantes los que elijan sus candidatos presidenciales y no los jefes de los partidos y movimientos políticos, como era ya costumbre en el país, de seguro de ahora en adelante las consultas electorales serán una herramienta de mayor uso.
Concluyendo, Francia Márquez fue la voz persistente que logró hacerse escuchar y que de seguro tendrá un rol importante en la candidatura presidencial del Pacto Histórico; poco se sabe hoy sobre el destino político de la misma. Sin embargo, con los votos obtenidos se espera que tenga un trayecto importante, tal como lo esperan quienes depositaron su voto y confianza en ella buscando oxigenar la política colombiana, que ha estado permeada por la cleptocracia.
Finalizando, quiero resaltar el papel de las redes sociales en estas elecciones, que si bien es cierto estuviero intoxicadas de propaganda, conspiraciones e ideologías que aturdieron, también acompañó e informó a los electores, fortaleciendo el protagonismo de liderazgos nuevos como el de Francia Márquez, que en otro tiempo atrás no hubiera sido posible, podemos decir entonces que fue una mujer vencedora de imposibles.