El paso demoledor de la selección francesa es una cachetada a la xenofobia que crece en el país galo. Tal y como pasó en el Mundial de 1998, el único que han ganado, el equipo está conformado por inmigrantes. Zinedine Zidane creció en el barrio más problemático de Marsella, La Castellane, rodeado casi siempre por los camiones de la policía francesa. En esas calles y con una pelota de trapo el pequeño Yazid –así le decían al Zizou- despuntaba como crack. Hijo de inmigrantes argelinos se convertiría en los años noventa en uno de los mejores jugadores de la historia y fue el artífice de la aplastante victoria francesa contra Brasil en la final de 1998. Veinte años después los altivos franceses se inclinan ante Kylan Mbappé, la gran estrella de esta copa mundo.
Nacido en el barrio Bondy en el nordeste de París, hijo de Wilfried, entrenador de fútbol camerunés y Fayza Lamari, ama de casa argelina Kylan nació seis meses después de que otro inmigrante africano Marcel Dessaily, levantara la copa mundo.
Los bastiones de la defensa también son africanos. Samuel Umtiti, la estrella del Barcelona, nació en Camerún y a los dos años emigró con sus papás para Francia. Los papás de Adil Rami llegaron a Bastia, Alta Corcega en las costas del sur de Francia provenientes de Marruecos. La mamá de Rami estaba embarazada de él y lo tuvo el 27 de diciembre de 1985. El resto de la defensa es conformada por dos senegaleses que llegaron antes de los cinco años con sus papás a Francia, Bejamín Mendy y Djibril Sidibe quienes se unen al congolés Presnel Kimpembe.
Hasta hace muy poco Paul Pogba era el mediocampista más caro del mundo. Su precio pasaba los USD 150 millones, cifra que hizo añicos Neymar cuando fue contratado por el PSG. Nacido en Lagny-sur-Marne, el lugar a donde habían llegado en 1990 su papá Fassou Antoine y su mamá Yeo Moribe provenientes de Guinea. El nacimiento de Pogba el 15 de marzo de 1993 sirvió para legalizar la estadía de los novios en Francia. Pogba es el farol sobre el que crece Francia en el mediocampo acompañado de Blaise Matuidi cuyos papás son de Angola y el Congo y la revelación de esta copa mundo, el mediocampista del Chelsea N’Golo Kanté, nacido en París el 29 de marzo de 1991 en el suburbio de Saint Dennis, hijo de dos personas nacidas en Mali.
En la delantera Ousmane Dembelé, quien juega en el todopoderoso Barcelona de Messi. Nacido en Vernon el 15 de mayo de 1997. Es hijo de un papá nacido en Mali y una madre de nacionalidad mauritana quienes cruzaron el Mediterraneo buscando mejorar sus vidas. A Dembelé lo acompaña el temible delantero Nabil Fekir, nacido en Argelia.
Hoy, cuando derroten a Bélgica, muchos xenófobos radicales celebrarán la llegada por segunda vez en la historia de un equipo francés a una final del Mundo. Se lo deberán a los miles de inmigrantes africanos que llegan al país cada año. Alguno ojalá se pregunte ¿qué pasaría si contáramos con más africanos en Europa?