El diario francés Le Monde publicó esta tarde que la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) en 30 días interceptó más de 70 millones de llamadas y mensajes de texto de particulares y empresas en Francia. Los documentos revelados hacen parte de las revelaciones del exanalista de la NSA Edward Snowden, refugiado temporalmente en Rusia. Los elementos apuntan a que los objetivos de estas grabaciones son personas sospechosas de actividades terroristas, al igual que personas simplemente vinculadas al mundo empresarial, político y de la función pública.
Tras conocerse la noticia, París ha llamado a consultas al embajador estadounidense en Paris Charles Rivkin, para que dé respuestas a estas prácticas. El ministro de Exteriores, Laurent Fabius ha calificado de incaptable la situación y su jefe de prensa ha declarado: “Le hemos recordado que este tipo de práctica entre socios es totalmente inaceptable y que debían asegurarnos de que no volverá a ocurrir”.