En Colombia se ha forjado una voraz crítica a las izquierdas latinoamericanas, fundada, principalmente, en el fracaso del proyecto bolivariano de Chávez en Venezuela, tema que amarrado a las FARC ha sido el caballito de batalla de la derecha colombiana para desprestigiar cualquier ideología que no se les parezca. Alcahueteada por los masivos medios de comunicación, la derecha colombiana se ha encargado de sembrar en el imaginario colectivo el terror al castrochavismo y la toma del país por parte de las FARC. Esta campaña sinvergüenza ha llegado al punto en que los noticieros con mayor teleaudiencia del país dedican franjas de diez y quince minutos diarios a la crisis venezolana y ni que hablar de emisoras radiales como W Radio que han contratado como corresponsal, en Caracas, a Caterina Valentino, novia del excandidato presidencial y líder opositor Henrique Capriles.
Mientras tanto, los mismos medios, prefieren ser muy selectivos y silenciosos respecto a noticias sobre otros gobiernos de izquierda. Empecemos por Rafael Correa, presidente de Ecuador, del cual hablaron día y noche cuando sancionó la polémica “Ley mordaza” que cohibió la libertad de expresión. La promulgación de esta ley y otros malos episodios han sido de las pocas noticias que se han divulgado fuertemente en Colombia respecto al gobierno de este presidente de izquierda. Mientras tanto sus logros en educación, su modelo de sistema de salud, la salida de más de dos millones de personas de la pobreza, sus logros en infraestructura, vías y sus exitosas renegociaciones con las petroleras han sido temas inéditos en la opinión colombiana.
Igual sucedió con el llamado “héroe brasileño” o “padre de los pobres”, Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil y quien para los colombianos no es más que un pillo, gracias a las cacareadas noticias sobre su debacle al resultar enredado por sus intentos de obstruir investigaciones en Petrobras, participación en fraudes en el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, la recesión en Minas Tirith y el reciente escándalo Odebrecht. Por el contrario, sus logros como presidente fueron silenciados por los medios colombianos, pocos sabemos que Lula triplicó el PIB de Brasil, más de 30 millones de personas abandonaron la pobreza, millones de brasileros ascendieron a la clase media y se descubrieron grandes reservas de petróleo; entre otros logros de este gobernante con insipiente formación en primaria y técnico metalúrgico. Ni que hablar de Daniel Ortega, a quien los medios colombianos han tratado como el segundo castrochavista de Latinoamérica, el “aliado del demonio” y de los chinos.
Este “infame dictador”, como no lo han querido mostrar, es uno de los presidentes con más popularidad en América, cuenta con el 85% en su país, a tal punto que logró su tercera reelección consecutiva, el sueño uribista. Entre sus logros está haberle quitado, de manera habilidosa, 531 km de plataforma marítima a Colombia en un litigio ante la CIJ que por años atendieron mediocremente los gobiernos de derecha colombianos.
Un poco diferente ha sido el trato que le han dado a José Pepe Mujica a quien los medios han intentado vender como un soñador e idealista y de quien solo resaltaron sus polémicas decisiones como la legalización de la marihuana, el aborto y el matrimonio entre parejas del mismo sexo, pero se quedaron callados con sus logros en cuando a la disminución de la pobreza. Según la Cepal, Uruguay es el segundo país con menor pobreza y el primero con menores de indigencia en Latinoamérica. Además, durante su mandato la disminución del desempleo al 6,8% fue el nivel más bajo en la historia de ese país, al igual que el aumento de los ingresos donde la subida de los salarios ha alcanzado hasta un 23% respecto al salario promedio. En el caso de las pensiones, el aumento ha sido de un 24%. Además, la diversificación energética según el Ministerio de Industria, Energía y Minería del país, las inversiones en parques eólicos en el periodo 2010-2015 en Uruguay sumaron 2.800 millones de dólares. Uruguay implementó tecnologías de energía solar y construyo centrales eléctricas y plantas para la producción de etanol y biodiésel.