Puede sonar peyorativo, ordinario si se quiere. Pero hoy más que nunca aplica el viejo refrán de los abuelos "No se puede decir 'joche' con todos los marranos", y esto es lo que hizo el hijo del maestro Salustiano Tapias, es decir el Fiscal Néstor Humberto Martínez Neira, en su fatídica venida al departamento del Meta, en medio de su kakareada campaña "Bolsillos de Cristal" que muy en mi concepto no es más que el último show mediático de la Fiscalía.
Como si fueran pocos los desaciertos jurídicos de la Fiscalía, que desde su creación a mediados de los noventa se convirtió en un fortín político de Presidencia, y como si el país ya hubiera olvidado la canallada que le hiciera la Fiscal Buitrago al coronel Alfonso Plazas Vega, o la ignominia de la fiscalía contra Sigifredo López a quien la Fiscalía se cagó en su dignidad, ahora aparece el Fiscal Martínez acusando a diestra y siniestra a cuanto funcionario se le ocurre, en una carrera desaforada por ganarse una imagen que no le pega ni con babas.
Resulta sana —y hasta loable— la estrategia "Bolsillos de Cristal" de la Fiscalía, que conlleva entre líneas a un programa de audiencias públicas anticorrupción con el objeto de entablar un diálogo directo entre la ciudadanía y el Fiscal General de la Nación. ¡Eso es válido! ¿Pero que en medio de la parafernalia que el Fiscal le mete al cuento se quiera aprovechar el tema para dar a entender que todos los funcionarios públicos del departamento están corroídos por la corrupción? No, no y no señor Fiscal.
Armar un show previo a su visita, diciendo que "desde el Meta se amenazó de muerte al Fiscal y que las amenazas provienen de funcionarios de la Gobernación", es una aseveración muy grave. Más cuando el día que el Fiscal Martínez Neira viene al Meta termina haciendo el oso tras capturar por estas amenazas a un pobre vendedor de lotería como el buen Serafín, a quien todos conocemos como un hombre bueno con algunos problemas cognitivos. ¡Hágame el bendito favor!
Todo este show mediático lo único que logró fue dejar mal parado al departamento. Lo cual derivó en que muchos comenzaran a especular con nombres de funcionarios de la gobernación cuya imagen se vino al piso por cuenta de una información que solo favorece el interés de ciertos poderosos nacionales que están en campaña, y que a todas luces no cuentan con el apoyo del Gobierno del Meta, porque esos mismos poderosos en su momentos fueron soberbios, altaneros y gamines con algunos de nuestros dirigentes locales.
En las últimas horas, y ante la escasez de resultados en materia anticorrupción, el Fiscal Martínez termina yéndose lanza en ristre y en público, contra el director de Fiscalías del Meta, porque según él no se han priorizado procesos, y uno se pregunta: ¿si el Fiscal General sabía de todo esto por qué hasta ahora viene a destapar ollas podridas que vienen desde hace 8 años o más?, ¿acaso esto se trata solo de allanar el camino a quienes no gustan del gobierno que tenemos en el Meta?
Termino diciendo que me parece muy bien que se haya priorizado algunas investigaciones —16 creo— en temas como infraestructura, vivienda de interés social, planes de ordenamiento territorial, saneamiento básico, proyectos de regalías y salud. Lo aplaudo señor Fiscal General, investigue y acuse, ese es su trabajo. Pero no venga aquí al Meta a decir Joche con todos los marranos, como si le estuviera allanando el camino a alguien, y dañando de paso la imagen de toda nuestra región, para vendernos ante el país como una cloaca de ladrones, pasando por encima de la dignidad de un pueblo que a diario trabaja para ver si de repente el Gobierno Nacional algún día se apiade de nuestra región y nos devuelve tantos años de abandono y olvido. Usted le debe una disculpa a nuestro departamento. El Meta se respeta.
