Como un tema menor se ha tratado el hecho que Néstor Humberto Martínez haya sido, por años, el abogado de cabecera de Luis Carlos Sarmiento Angulo y su asesor de confianza, para mí, este es uno de los hechos más importantes dentro del caso Odebrecht, pues que coincidencialmente Martínez haya sido nombrado Fiscal General de la Nación, justo en la víspera de uno de los mayores escándalos de corrupción en Colombia durante los últimos tiempos y que además, el principal protagonista fuese el socio mayoritario de Sarmiento en el negocio de la Ruta del Sol; son coincidencias que no se le pueden adjudicar a la amabilidad y generosidad del puro azar.
En el anterior orden de ideas, surge una atrevida hipótesis y es que a menos de un año de estallar el escándalo de Odebrecht en Colombia Martínez fue nombrado como fiscal, pues a esas alturas, tanto el gobierno como Sarmiento, ya sabían lo que se venía encima y lo más oportuno era nombrar a un fiscal de bolsillo para este caso. Esta hipótesis adquiere aún más fuerza cuando una vez el Senador de la República, Jorge Enrique Robledo, presentó irrefutables pruebas que demostraron un conflicto de intereses de Martínez y su pasado como asesor de Navelena-Odecrecht y el grupo AVAL, las cuales le impiden ser investigador en el caso. Ante sendas evidencias, el Fiscal optó por hacerse el de la vista gorda y seguir adelante con su investigación, que, si bien, cada día se destapan más detalles, solo alcanza las cabezas de mandos medios (peones) y políticos “super-desprestigiados” que ya no tienen nada que perder y son sacrificables.
Y es que el astronómico poder de multimillonarios como Sarmiento, suele guardar un bajo perfil, gracias a que estos plutócratas son los dueños de los más influyentes medios de comunicación y otros sectores económicos, lo cual les permite silenciar su vida ante la hostilidad de la opinión pública. No obstante, sus influencias en las decisiones del gobierno son totales y más aún ante mandatarios como el presidente Santos con quienes guardan íntima relación social y política de vieja data. De allí que no sería raro que el Fiscal Martínez sea una cuota de Sarmiento dentro de la justicia colombiana, para que, en medio de este escándalo, los intereses personales y económicos del multimillonario no se vean afectados. El presidente no le nombró un Fiscal a la justicia colombina sino al emporio Sarmiento Angulo.
Y es que la disculpa de Sarmiento al decir que él era socio minoritario (33%) en el negocio de la Ruta del Sol no es un argumento que lo exima de absolutamente nada, eran socios, ese es un hecho, obvio conocía a su socio (Odebrecht) y la pregunta que surge es: ¿Será que Odebrecht pagó los sobornos él solito para repartir las utilidades con todos sus socios? Pero tampoco esta pregunta o su participación en el negocio lo inculpan, el caso es que el alfil está en una posición estratégica para proteger a su rey y caerán los peones que sean necesarios, pero el rey seguirá en el juego, intocable, impoluto, indestructible.