El 5 de noviembre de 2017, en la Biblioteca Municipal de Sincelejo, se llevó a cabo un recital poético sin precedentes en la vida cultural de la capital del departamento de Sucre, porque más de 30 mujeres poetas venidas de diversos países y también de Colombia se dieron cita para deleitar al público con la magia de sus versos.
Estas reconocidas creadoras participaron del XXIV Encuentro Nacional e Internacional de Mujeres Poetas que se celebra del 1 al 5 de noviembre de 2017, en el municipio de Cereté, en el departamento de Córdoba. Esta vez las palabras hechas poesía deleitaron a los sincelejanos con las voces de: Ada Mondès (Francia), Marit Kaldhol (Noruega), Ada Salas (España), Ketty Blanco (Cuba), Rocio Cardoso (Uruguay), Lilian Almeida (Brasil), Rosana Acquaroni (España),Perla Rivera (Honduras), Nora Carbonell, Clara Schoenborn, Carmen Cecilia Morales, Angie Gaona, Kenia Martínez (de Colombia), entre otras.
Asistimos a un recital donde escuchamos poemas llenos de un lenguaje con aires de frescura, versos trabajados con la paciencia de unas artesanas de la palabra que no dejan de reclamar —con sus versos subjetivos y profundos— su lugar significativo en el universo, como lo dice Clara Schoenborn en su poema Declaración de Identidad: “Soy Mujer/ y no sé qué hay por inventar/ si hay guerras justas / no sé si vive una mujer en mí/ no sé si tenga género esto que soy/ o soy un desecho de algo...”
Nos deleitamos con poemas hechos con juegos de palabras y de imágenes triviales que van conduciendo al lector a una trascendencia y a una profundidad que invita a pensar sobre lo esencial del ser humano, como lo hizo Ketty Blanco con su poema Ser: “ El helado se derrite en mi mano/ Una gota cae sobre el vestido/ La dejo ser/ Las religiones se disputan el Ser/Los filósofos discuten sobre el Ser/Mientras/ una mancha oscura/es/en mi ropa.
A propósito de su creaciones literarias esta poetisa cubana nos expresó: “En mi literatura he iniciado un camino hacia mí misma y ese camino en dirección a mí me ha ayudado a buscar lo que es particular en mí, lo que yo pueda tocar y ver, y de lo cual yo puedo hablar, y que a la vez te toca a ti”.
Otra autora que nos deleitó con su poética fue la Noruega Marit Kaldhol, quien además escribe literatura infantil, y reconoce que “Siempre he producido literatura desde niña”. Con respecto a esto Kaldhol nos dijo: “Cuando escribo me gusta simplificar y comprimir lo que voy a decir, y para eso trabajo mucho con el lenguaje con el cual expreso cosas complejas, pero de una manera muy sencilla”.
Todas estas mujeres dejaron sus habituales labores en sus países y sus regiones para encontrarse con sus hermanas de letras. Llegaron a Córdoba y a Sucre a hechizarnos con sus silencios y sus palabras untadas de amor, de desamor y de la complejidad de lo existencial, o como nos dijo la española Ada Salas: “Creo que igual que la vida normal también a veces es tan importante o más, lo que no se dice, que lo que se dice, es decir, el silencio es significativo también, hay mucho del poema que no se ve, pero el silencio está debajo”.