Celene de Carvalho la mujer que el viernes lideró la agresión contra la filósofa y teórica feminista Judith Butler, profesora de la Universidad de California en Berkeley —a quien acusan de ser la precursora de la mal llamada “ideología de género”—, también atacó racistamente a otra mujer y al personal de seguridad afrodescendiente del aeropuerto de São Paulo. “¿Quiénes son ustedes?, ¡negros, feos!”, sostuvo la iracunda señora.
La deplorable imagen se repite en varios lugares: fundamentalistas de derecha “defensores de la familia tradicional” propagando un mensaje de odio, misógino, homofóbico, racista y clasista. Paradójicamente muchos, como De Carvalho se llaman “cristianos” en contravía del Jesús histórico que habló de hermandad, igualdad y amor. Desde luego, a los extremistas religiosos de derecha les interesa aceptar y amar al prójimo, preferentemente conservador, “blanco”, heterosexual y propietario de estratos altos. Para ellos, negros, indígenas, gays, lesbianas, personas trans, pobres, etc. son la negación de su ideal naturalizado de sociedad —basado en “Tradición, familia y propiedad”—que Butler ha cuestionado con brillantez y radicalidad.
Estamos ante tiempos fascistas: hoy se pretende una moralización de la sociedad que negando la diferencia y la diversidad refuerza injusticias históricas estructurales. Nos queda el estudio y la organización para enfrentar el odio creciente y la “política del miedo”.